CRISIS SOCIAL

Diez muertos, 1.700 detenidos y extensión del toque de queda en Chile

Soldados patrullan por las calles de Santiago, este domingo.

Soldados patrullan por las calles de Santiago, este domingo. / periodico

Abel Gilbert

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"Estamos en guerra contra un enemigo poderoso, implacable, que no respeta a nada ni a nadie y que está dispuesto a usar la violencia y la delincuencia sin ningún límite, que está dispuesto a quemar nuestros hospitales, el metro, los supermercados, con el único propósito de producir el mayor daño posible".

Son palabras del presidente de Chile, Sebatián Piñera, desde la guarnición militar de Santiago donde defendió la aplicación del estado de emergencia y el toque de queda no solo en la capital sino en las ciudades de La Serena de Coquimbo para sofocar el principal estallido social desde que Chile recuperó la democracia en 1990 y que hasta ahora arroja 10 muertos, unos 1700 detenidos, decenas de heridos y cuantiosas pérdidas económicas.

Drásticas medidas

El ministro del Interior, Andrés Chadwick, reconoció que a pesar de las drásticas medidas adoptadas por el Gobierno de derechas "hemos tenido más de 70 eventos graves de violencia", entre ellos "más de 40 saqueos". Más allá de algunos episodios relacionados con la delincuencia, el hecho que desconcierta a las autoridades es la decisión de una parte de la sociedad de desafiar la presencia de los militares en las calles. Los cacerolazos y movilizaciones no cesaron ni siquiera cuando por la noche comenzó a regir el toque de queda.

"La crisis que nadie previó" dijo el diario 'La Tercera' sobre los episodios que remecen a Chile tras el intento de incrementar el precio del billete de metro. La quema de estaciones de metro, buses y edificios institucionales, las barricadas y escenas de saqueos, obligaron al Piñera a dar marcha atrás con la medida que encendió la mecha. Pero los efectos de la explosión no se han borrado y prometen un mayor grado de conflictividad en los próximos días. El metro y el transporte urbano funcionará con problemas. Los educadores llamaron a una protesta nacional.

'Jueves negro'

El "jueves negro", como se conoció el día más álgido de las "evasiones", en relación al intento de cientos de ciudadanos de entrar en el metro sin pagar, se ha convertido en un desafío inesperado para el Gobierno. "La democracia está en peligro", señaló Marcos Barraza en el portal El Desconcierto. "La declaraciones de Ley de Seguridad Interior del Estado, de Estado de Emergencia y el Toque de Queda, inéditos tras la dictadura, no ha sido una respuesta circunstancial a un estallido social, sino la formulación política de un Gobierno que ha trabajado sistemáticamente para conculcar libertades civiles y políticas, y para la generación de miedo y ansiedad en la población".

El Congreso se convirtió en caja de resonancia de la crisis. La sesión convocada para anular el alza de las tarifas terminó en una fuerte discusión entre los legisladores de izquierda y el bloque conservador. "En este conflicto se resuelve si el rayado de la cancha en este país se hace de otra manera. El rayado de cancha que hay permite que la gente sea abusada desde la mañana hasta la noche, desde que nace hasta que amanece", afirmó la diputada comunista Carmen Hertz.

El mensaje del 'Rey Arturo'

El tenor del estallido no dejó a nadie sin opinar. Ni siquiera los futbolistas, por lo general reacios a estas discusiones. El sábado lo había hecho el portero Claudio Bravo. Este domingo tomó la palabra Arturo Vidal. El jugador del Barcelona no tuvo dudas en ponerse del lado de los que expresaron su malestar.

 "Aguante mi Chile querido!!! Los políticos tienen que escuchar al pueblo cuando nos hacemos sentir. La gente lo está pasando muy mal y estamos diciendo basta!!! Sigamos manifestándonos pacíficamente, por favor sin violencia, sin saqueos. Sin hacernos daño!!!", escribió en twitter. Las noticias que le llegaban de su país lo llamaron a seguir escribiendo. "Rezo para que mi Chile querido esté mejor. Políticos por favor escuchen al Pueblo de una vez!!! Queremos soluciones YA!!! Un abrazo fuerte a todos los chilenos, estemos juntos y salgamos adelante como siempre!!!".

Grave desigualdad

La consultora Cadem pareció darle la razón al presidente: un 53% de los chilenos está de acuerdo con el estado de emergencia. Algunos analistas le restaron veracidad a un sondeo hecho en escasas horas. En medio de la zozobra, la sociedad trata de entender qué ha sucedido y puede ocurrir. "Lo de esta semana, busca zamarrear al país por los hombros y hacerle ver de frente su peor evasión, el dolor de todos los marginados, de aquellos que no tienen rostro, los que son una cifra esporádica, un porcentaje de vulneración, son los cerca de 200.000 niños y niñas de Sename (servicio de salud) que aún esperan en la fila que llegue su turno, son las miles de familias que viven en 802 campamentos sin derecho a la vivienda, pero que tienen nombres, una historia y una vida que cargan a diario", señaló Alberto Larraín en el semanario 'The Clinic'.

"La violencia no puede tener espacio, lo que no significa desconocer que hay una seria desconexión entre los problemas de la población y la política", señaló 'La Tercera' en su editorial. La fallida alza del billete de metro ha sido apenas el detonador del enorme malestar social de un país al que hace pocos días Piñera había definido como un "oasis" en medio de las turbulencias latinoamericanas y que en rigor es uno de los más desiguales de la región.

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