Otro dincendio en la Amazonia

Un parque con pinturas de hace 11.000 años amenazado por las llamas en Brasil

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Abel Gilbert

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Los dos episodios sucedieron casi a la vez a pesar de estar separados por una gran distancia. En el Vaticano, el papa Francisco inauguró el Sínodo del Amazonas y dijo 13 veces la palabra "fuego". En unas ocasiones, lo mencionó en términos positivos ("el fuego es el calor de Dios que atrae), pero a la par habló de los "intereses destructores" de las llamas para hacer referencia al desastre ambiental en Brasil. Casi al momento en que el pontífice formulaba esas observaciones comenzaba a esparcirse el humo con la noticia de un nuevo incendio en el parque de Monte Alegre, en el estado amazónico de Pará. Las alarmas se encendieron de inmediato porque corren peligro unas pinturas rupestres que datan de 11.000 años.

El Gobierno de ese estado del norte brasileño de Pará informó que alrededor de cien bomberos han sido trasladados al lugar para reforzar el combate contra las llamas, cuyo origen aún no ha podido ser establecido. Sin embargo, los medios de prensa especulaban en la noche del domingo que estaría relacionado con una intensa sequía que afecta a esa zona desde hace semanas.

El parque de Monte Alegre, situado en medio de una extensa área de protección ambiental, atesora quince sitios arqueológicos de gran valor y pinturas y grabados registrados en enormes rocas. Los estudiosos creen que fueron realizados hace unos 11.000 años y constituyen la prueba de la existencia de antiguas civilizaciones en esa región.

El fuego se extendió por dos flancos del parque y en un principio amenazó la Sierra de la Luna, que tiene grandes paredones rocosos en los que las pinturas rupestres se extienden a lo largo de unos 200 metros. En ese sitio, las llamas ya habían sido controladas durante la mañana de este domingo, sin que se registraran daños a las pinturas, al menos en las primeras observaciones hechas por los expertos. No obstanre, otro incendio aún mantenía bajo amenaza a la llamada Piedra del Sol, otro paredón rocoso que guarda también numerosas de esas pinturas, incluso aquellas que están mejor preservadas. Los bomberos enfrentaban algunos problemas para combatir el fuego debido a las dificultades propias del terreno.

El Instituto de Desarrollo Forestal y Biodiversidad del Estado de Pará (Ideflor-bio), responsable por el mantenimiento del parque y de los sitios arqueológicos, manifestó su confianza en que las pinturas rupestres no serán afectadas por las llamas porque, señalaron,  los vientos soplaban en sentido contrario.

EL BALANCE DE LOS OTROS INCENDIOS

Aunque los sucesos de Monte Alegre no tienen la matriz de la deforestación causante del reciente desastre ambiental no faltaron los medios brasileños que trataron de conectarlos. La relación entre el fuego y el patrimonio histórico es, además, funesta en el Brasil reciente: el 2 de setiembre de 2018 quedó reducido a cenizas el Museo Nacional de Río de Janeiro. 

De acuerdo con recientes informaciones oficiales, la Amazonía brasileña tuvo entre enero y setiembre de este año 66.700 brotes de incendios. Se trata la tercera cifra más alta de la última década. En comparación con el año pasado, el aumento fue del 42%.