Crisis en el país sudamericano
Lenín Moreno no está para risas
Abel Gilbert
Corresponsal en Buenos Aires
Especialista en América Latina y doctor en comunicación. Ha cubierto los principales acontecimientos políticos regionales durante las últimas dos décadas para El Periódico. Es autor de ocho libros, tres de ellos en colaboración, y se apresta a publicar otros dos.
Abel Gilbert
El presidente ecuatoriano es a estas horas pura circunspección y amargura. Tratándose de Lenín Moreno es más que una extrañeza. En los años 90 quedó postrado en una silla de ruedas por un intento de robo. "Estuve prácticamente todo el tiempo tirado en una cama, sufriendo mucho, con unos dolores que no los curó ni la morfina. Francamente hubiera preferido morirme". Lo salvó el humor y se convirtió en un entusiasta difusor de la risoterapia cultivada por el médico-payaso estadounidense, Hunter Patch Adams.
El arte de la carcajada lo llevó a la política. Fue vicepresidente de Rafael Correa y luego su heredero, hasta que vio en el antigua albacea la misma imagen del demonio y desando el camino. Nunca dejó de lado la hilaridad. Pero desde el miércoles está muy serio. Ha declarado el estado de excepción en Ecuador por 60 días en respuesta a las protestas desatadas por el incremento del precio del combustible.
Un Moreno adusto dijo que enfrenta una intentona "golpista" y puso a los militares a conducir buses para afrontar la huelga del sector del transporte. Le ha costado contener el enfado ante las cámaras al hablar de los "desestabilizadores" que intentan apartarlo del Gobierno "legalmente constituido". Las protestas contra el "paquetazo, como llaman en la calle a las recientes medidas, han dejado decenas de heridos y más de 300 detenidos que desafiaron las restricciones del derecho a reunirse.
Desafío
Moreno trabajaba en el sector turístico cuando, hace 13 años, la mano de Correa, lo preparó para un desafío inesperado. "Entiendo que me seleccionó por el sentido del humor que piensa que hay que inyectar a la nueva Administración ". Correa ponderó su lealtad e histrionismo. "Me ha dicho que si hago un (mal) chiste más, va a empezar a conspirar para apoderarse del poder". No se necesitó de una chanza para que eso sucediera. Moreno asumió la presidencia en mayo del 2017 y desde el Palacio de Carondelet comenzó de inmediatoa desmontar las precarias bases del llamado "Socialismo del Siglo XXI". A la sociedad le comunicó de un talante severo que, de lo contrario, Ecuador se iba a convertir en Venezuela.
El giro fue tan pronunciado que no se hizo esperar un entendimiento con el Fondo Monetario Internacional (FMI). El correismo y otros sectores de la oposición aseguran que la suba del precio del galón de diésel de 1,03 dólares a 2,27 de la misma moneda es fruto de un ajuste más amplio pactado con el organismo. Sin una pizca de gracia, Moreno golpeó la mesa y negó que emprende un ajuste económico. Los 1400 millones de dólares que se ahorrará el Estado, dijo, se destinarán a la educación y la salud. No muchos se lo tomaron en serio. Pero tampoco son horas de socarronerías. Ecuador parece entrar en una nueva crisis política de esas que, como en 1999 y el 2005, hacen tambalear el tinglado institucional.
- Muere Itxaso Mardones, reportera de Gloria Serra en 'Equipo de investigación', a los 45 años
- Hacienda te devuelve 300 euros si tienes un hijo menor de 25 años y 900 si tienes dos: así tienes que ponerlo en la declaración de la renta
- ¿Llamadas que cuelgan? Así son las robollamadas, la nueva táctica de spam telefónico
- Adiós a los cajones de la cocina: la solución con perchas que puedes colocar en cualquier parte
- Sánchez se plantea renunciar y convocar elecciones tras la investigación a su esposa
- La querella del novio de Ayuso se admitirá a trámite pese a la campaña del fiscal para que sea rechazada
- El CIS publica una encuesta sobre las elecciones en Catalunya a pocas horas del comienzo de la campaña
- Pedro Sánchez se plantea renunciar como presidente del Gobierno tras la investigación a su mujer