INFORME DEMOLEDOR

Una embarazada o un bebé mueren cada 11 segundos en el mundo

Una niña yemení recibe una vacuna contra el cólera.

Una niña yemení recibe una vacuna contra el cólera. / periodico

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Unos 2,8 millones de embarazadas y recién nacidos pierden la vida al año, lo que supone un deceso cada 11 segundos. La demoledora cifra adquiere tintes todavía más dramáticos al conocerse que los fallecimientos se producen por causas del todo prevenibles, según informa UNICEF. Una de esas situaciones se produce en los periodos previos y posteriores al parto, "especialmente delicados" para la madre y el bebé, detalla el análisis. 

La directora Ejecutiva de UNICEF, Henrietta Fore, ha apostado por "hacer todo lo necesario para invertir en cobertura de salud universal para salvar estas preciosas vidas". "Contar con personal cualificado y experimentado para ayudar a las madres y los bebés en el momento del parto, además de agua limpia, nutrición adecuada y vacunas y puede convertirse en una cuestión de vida o muerte. Debemos hacer todo lo posible para invertir en una cobertura universal de salud que ayude a salvar estas vidas tan preciadas", ha añadido.

Las estimaciones no son halagüeñas mientas se acumulan cifras inaceptables año tras año. Las estimaciones hablan de que 6,2 millones de niños menores de 15 años murieron el año pasado, mientras que más de 290.000 mujeres perdieron la vida a causa de complicaciones durante el embarazo y el parto un año antes.

Origen decisivo

Los primeros 28 días de vida, los del período neonatal, son especialmente críticos para la supervivencia de un bebé. Los niños tienen más probabilidades de morir durante su primer mes de vida, como se demostró el año pasado, en el que cada día murieron 7.000 bebés. Aproximadamente un tercio de ellos lo hicieron el día de su nacimiento, y prácticamente tres de cada cuatro durante su primera semana de vida. Según las últimas estimaciones sobre mortalidad infantil, la mitad de los 5,3 millones de niños menores de cinco años que murieron en 2018 son bebés.

Los números son especialmente duros al apuntar el origen geográfico, con mención especial para África. Los casos de muertes maternas son casi 50 veces más elevados para las mujeres del África subsahariana, mientras que sus bebés afrontan un riesgo 10 veces mayor de morir en su primer mes de vida respecto a los índices de los países más avanzados. El año pasado, 1 de cada 13 niños en África subsahariana murió antes de cumplir cinco años; en Europa la cifra cae a 1 de cada 196 menores de 5 años.

Esperanza

El informe apunta a un horizonte de esperanza al recordar la reducción de la mortalidad infantil y materna en los últimos tiempos. Desde 1990, ha habido una reducción del 56% en las muertes de niños menores de 15 años, al pasar de 14,2 millones a 6,2 millones en 2018. Los países de Asia oriental y sudoriental han progresado más, con una disminución del 80% en menores de cinco años. 

Y del 2000 al 2017, la tasa de mortalidad materna disminuyó en un 38%. "El sur de Asia ha realizado las mayores mejoras en la supervivencia materna con una reducción de casi el 60% en la tasa de mortalidad materna desde 2000", concluye el informe.