Renzi se va del PD para fundar su propio partido

Como muchos de sus aliados temían y otros se resistían a aceptar, Matteo Renzi ha dado finalmente su golpe de mano y ha anunciado su salida del Partido Democrático (PD), la formación que él lideró hasta marzo del año pasado y con la cual gobernó como primer ministro entre el 2014 y el 2016.

La rocambolesca decisión del político toscano, enésimo golpe de escena del agitado verano político italiano, supone un terremoto para el partido progresista, pero no afecta en la inmediatez al nuevo Gobierno italiano creado hace unos diez días por el PD y el Movimiento 5 Estrellas (M5S)nuevo Gobierno italiano.

"Seguiré apoyando  de manera convencida a este Ejecutivo", ha puntualizado el propio Renzi, en una larga entrevista publicada este martes en el diario 'La Repubblica', que vuelve a mezclar así nuevamente las cartas de la política transalpina. De acuerdo con Renzi, la decisión ya ha sido comunicada al primer ministro italiano, Giuseppe Conte, e irá aparejada de la salida del PD de unos 30 parlamentarios, quienes se irían con él. Un grupo, este, al que podrían sumarse también algunos ministros del actual Ejecutivo.

"Decidí dejar el Partido Demócrata y construir una nueva casa junto con otros para hacer política de una manera diferente. Después de siete años de fuego amigo, creo que debemos tener en cuenta que nuestros valores, nuestras ideas, nuestros sueños no pueden ser objeto de discusiones internas todos los días", ha escrito este martes Renzi en lo que es un recado a una parte de sus ahora excompañeros de partido que siempre le han considerado un lastre.

El fantasma de la Democracia Cristiana

Con el paso dado, Renzi ha sugerido que lo que busca es la creación de una nueva fuerza propia, de carácter centrista y socioliberal, lo que ha evocado lo que en su momento hizo el actual presidente francés Emmanuel Macron, pero también el poderío que llegó a tener en su momento la Democracia Cristiana (DC), el difunto partido que gobernó la Italia de la posguerra con una permanencia continuada en el poder sin parangón en Occidente. 

Un objetivo que podría lograr si, además de hacerse con una parte del PD, también consigue captar parte de los restos de Forza Italia (el partido del ya anciano Silvio Berlusconi) y algunos de los políticos moderados que no se reconocen en las actuales fuerzas políticas mayoritarias del país. Tanto así que el mismo Renzi ha dicho que su maniobra "ampliará la base del consenso parlamentario" alrededor de la actual coalición gubernamental.

Duras críticas

La decisión de Renzi, que ha provocado ácidas críticas entre los barones del PD —que le han acusado de atomizar a la ya dividida izquierda italiana—, comenzó a sonar con más fuerza la semana pasada, después de que se confirmara que ninguno de los 42 nuevos subsecretarios y viceministros provenía del principal feudo de los ‘renzianos’, la región de Toscana. "¿Separarnos? Hablaremos de ello", dijo entonces Maria Elena Boschi, exministra y una de las incondicionales de Renzi.

El indicio final, sin embargo, fue un mensaje del histórico portavoz, Marco Agnoletto, quien temprano el lunes avisó que al día siguiente Renzi haría un anuncio importante en el programa de televisión ‘Porta a Porta’ de RAI 1, al que los políticos italianos acuden cuando quieren que su mensaje tenga el mayor alcance posible. "¿Nos dicen ya el nombre del nuevo partido o hay que esperar?", ironizó entonces algún periodista.

Formación sin nombre

Con todo, el político toscano aún no ha adelantado cómo se llamará, ni cuáles serán sus símbolos y eslóganes, de la nueva formación. Eso sí, según ha explicado, en sus planes no está participar en los próximos comicios regionales y municipales, en vista de los cuales el PD y el M5S ya están negociando una alianza, que apunta a hacer frente a la Liga del ultraderechista Matteo Salvini. 

"No nos presentamos a elección alguna por al menos un año. Quien lo quiera hacer, lo hará a través de listas cívicas o de manera independiente. Iremos a elecciones sólo para concurrir en las próximas generales, que ojalá se celebren en el 2023", ha dicho. "Un error. Pero ahora pensemos en el futuro de los italianos", le ha respondido el actual líder del PD, Nicola Zingaretti, al intentar minimizar lo acontecido.