DURO GOLPE AL GOBIERNO DE JOHNSON

El Parlamento británico ata las manos de Johnson y le bloquea el 'brexit' sin acuerdo

El primer ministro británico, Boris Johnson, en el Parlamento, este martes.

El primer ministro británico, Boris Johnson, en el Parlamento, este martes. / periodico

Begoña Arce

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Boris Johnson ha perdido el control del ‘brexit’ y puede tener que retornar a Bruselas para pedir una nueva ampliación del Artículo 50, la tercera que solicitaría el Reino Unido, hasta el 31 de enero. El primer ministro sufrió este miércoles miércoles tres nuevas derrotas en la Cámara de los Comunes. En otra jornada maratoniana de debates y votaciones, los diputados de la oposición, apoyados por rebeldes expulsados del Partido Conservador, sacaron adelante una ley para frenar la estrategia de Johnson y prevenir que el Reino Unido se marche de la Unión Europea sin acuerdo.

La propuesta obtuvo 327 votos a favor, frente a 299 en contra. Ya en una votación preliminar había sido aprobada por un margen similar. El primer ministro perió además,  ya entrada la noche, la moción que presentó solicitando la celebración de elecciones anticipadas el próximo mes. Necesitaba 424 votos, los dos tercios de la Cámara y se quedó en 298 con 56 votos en contra. Los laboristas se abstuvieron. Johnson pide ir a las urnas el 15 de octubre, pero la fecha de esos comicios está en manos del líder laborista, Jeremy Corbyn, que la rechazó y calificó la petición de "cáliz envenenado".

"Me niego a pedir un retraso"

La ley del ‘brexit’ aprobada en los Comunes da al Gobierno un plazo hasta el 19 de octubre para lograr un acuerdo. Si esa fecha se rebasa sin pacto, el primer ministro deberá pedir una ampliación a la Unión Europea de tres meses. En caso de que la UE proponga una fecha diferente, los diputados tendrán dos días para aprobar o rechazarla. "La Cámara ha hablado", declaró el laborista Hilary Benn en cuyo nombre se había presentado la propuesta.

"Si la otra Cámara (los Lores), aprueba la ley, le digo al primer ministro que esta Cámara espera que respete la ley, cumpla con la obligación que implica y evite que este país se marche de la Unión Europea, el 31 de octubre sin acuerdo", afirmó.  La respuesta de Johnson fue: "Me niego a pedir un nuevo retraso".

"Miserable desprecio"

El primer ministro ha bautizado despectivamente la legislación como "la ley de rendición", ante Bruselas, un término que repitió en varias ocasiones durante la primera sesión de control, previa al debate. "Este Gobierno va lograr un acuerdo y vamos a suprimir el backstop (la salvaguarda para la fronera irlandesa), vamos a lograr un acuerdo que esta Cámara pueda aprobar", afirmó.

"Lo único que se interpone en nuestro camino, lo que está socavando esas negociaciones, es la ley de rendición que sólo va a provocar más retraso", señaló. El diputado laborista Keir Starmer, le reprochó el uso de ese término peyorativo, que calificó de "miserable desprecio".  También negó que el Gobierno estuviera haciendo progresos con la UE, como presume Johnson. "A través de la Unión Europea todo el mundo dice que no se ha presentado propuesta alguna", subrayó.

Filibusterismo

El proyecto de ley fue enviado inmediatamente a la Cámara de los Lores, donde miembros afines al Gobierno tratarán de torpedearlo, con la presentación de un centenar de enmiendas a debate. Tan ridículo número tiene por objeto consumir el tiempo e impedir completar el trabajo.

La aprobación debe estar lista el lunes, antes del cierre del Parlamento el martes. Ante el intento de boicot, algunos miembros de la Cámara Alta dispuestos a sacar adelante la ley a tiempo llegaron al palacio de Westminster con sacos de dormir, una muda, y vituallas para resistir las noches que haga falta. Desde el equipo de Johnson se advirtió que cualquier conservador que vote contra el Gobierno será expulsado del partido, como ya ocurrió el martes con 21 diputados rebeldes.

Imposible gobernar

Inmediatamente después de perder la votación del ‘brexit’, Johnson presentó la moción para la celebración de eleeciones anticipadas, su única vía de escape del laberinto en el que se ha metido. Sería la tercera vez que los británicos van a las urnas en los últimos cinco años. "No quiero una elección, el público no quiere una elección, pero esta Cámara no me ha dejado otra opción".

Johnson defendió la celebración de los comicios porque según dijo, "es completamente imposible que este Gobierno pueda funcionar". Jeremy Corbyn, cuyos votos necesita para ir  a las urnas, le respondió con gran cautela: "Dejemos que se apruebe la ley. Entonces respaldaremos una elección que no choque con una salida sin acuerdo".

Elección anticipada habrá sin duda, pero cuándo y en qué circunstancia es algo que los laboristas, divididos sobre el asunto, estudian cuidadosamente. Los británicos también se preparan. Más de 100.000 personas, en su mayoría jóvenes, se han inscrito en 48 en el registro para poder votar. La fecha límite para registrarse, si se celebrara una elección el 15 de octubre, como quiere Johnson, finaliza el 27 de septiembre.