Conflictos sociales

Piden al Ejército de Brasil acciones para impedir invasión de reservas indígenas

La Procuraduría General considera que algunas regiones del estado amazónico de Pará están amenazas por madereros que atacan a los pobladores y provocan incendios

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El Periódico

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La Procuraduría General de Brasil instó al Ejército a desplegar una "operación urgente" para evitar que un grupo de madereros invada y ataque la reserva indígena Alto Río Guamá, situada en el estado amazónico de Pará y que pertenece a la etnia Tembé.

En su petición al mando del Ejército en Pará, la Procuraduría alegó que un posible ataque a la reserva es inminente ante las amenazas hechas por los madereros, que fueron expulsados del territorio indígena las últimas semanas.

La petición de una "actuación urgente por parte de los órganos estatales competentes" para impedir la invasión también fue enviada a la dirección de la Policía Federal, a la estatal Fundación Nacional del Indio (Funai) y al gobierno regional de Pará.

Utilizar decreto de Bolsonaro

Según el Ministerio Público, el Ejército puede usar como justificación legal para su intervención en la reserva el decreto que el presidente brasileño, Jair Bolsonaro, firmó el mes pasado para autorizar a las Fuerzas Armadas a participar en el combate a los incendios forestales y los crímenes ambientales en la Amazonía.

El decreto fue la primera medida concreta del líder ultraderechista para hacer frente a la multiplicación de los incendios en la Amazonia, que en los ocho primeros meses de 2019 alcanzaron su mayor número en los últimos siete años.

La reserva Alto Rio Guamá, ubicada en el municipio amazónico de Parangominas, en el límite entre los estados de Pará y Maranhao, es una de las más antiguas de Brasil y su creación data de 1989. En el territorio indígena, con una extensión de mil hectáreas, habitan cerca de 148 indios, principalmente de la etnia Tembé, pero también algunos Turiwara.

Invasiones y violencia

Según la Procuraduría, los indios de la reserva se "enfrentan a constantes invasiones principalmente de bandas de madereros ilegales, pero el problema se agravó desde el año pasado". El Ministerio Público agregó que en mayo de este año los líderes de la etnia denunciaron estar bajo amenazas de muerte por parte de los madereros y que, pese a ello, el 27 de agosto lideraron una acción para expulsar a los invasores sin ayuda de las autoridades.

En la acción, los indios se apropiaron de equipos y máquinas que los invasores usaban para deforestar su reserva. En represalia, los madereros amenazaron con atacar las aldeas. "Pese a que la situación conflictiva ya es de conocimiento de los órganos públicos, los relatos indican que hay un agravamiento en el riesgo de conflictos, con resultados potencialmente graves e imprevisibles", según el documento enviado al Ejército.

El texto agrega que la Policía Federal ya abrió una investigación para verificar las denuncias sobre extracción ilegal de madera en la reserva y llegó a realizar en mayo una operación para expulsar a los invasores, pero que los madereros regresaron en los últimos meses.

Incendios provocados

La Procuraduría ya había solicitado el 27 de agosto pasado una acción urgente de la Policía Federal para evitar ataques a los indios de la comunidad de Xikrin, que viven en una reserva indígena situada igualmente en el estado de Pará.

La petición se produjo luego de que los propios indios denunciaran que su reserva había sido invadida por un grupo con cerca de 300 madereros y que lo venían amenazando. Según el Ministerio Público, el grupo invasor está "fuertemente armado". Las reservas indígenas también se han convertido en víctimas de los incendios.  Según el director de Survival International, Stephen Corry, estos incendios no son "accidentales", sino producto de las laxas políticas ambientales del presidente Bolsonaro.

"El ataque a la Amazonia es facilitado por la retórica y por las acciones de Bolsonaro contra las comunidades indígenas y el medio ambiente, a un nivel que no veíamos hace 50 años", según Corry, quien alertó que tanto la Amazonía como los pueblos indígenas de la región "vienen siendo destruidos a un ritmo extremadamente acelerado".