ELECCIONES EN SAJONIA Y BRANDEBURGO

Ultras entre ultras

El espectacular ascenso de la ultraderechista AfD en el Este de Alemania refuerza a los sectores más radicales dentro del partido

El candidato de AfD para Brandeburgo, Andreas Kalbitz, durante un mitin.

El candidato de AfD para Brandeburgo, Andreas Kalbitz, durante un mitin. / periodico

Carles Planas Bou

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La ultraderechista Alternativa para Alemania (AfD) ha dado este domingo un nuevo golpe sobre el tablero político alemán, pero si hay un vencedor de las elecciones en Brandeburgo y Sajonia este ha sido sin duda el sector más radical dentro del partido.

Acentuada tras la reunificación, la desigualdad económica y la falta de contacto con el multiculturalismo han convertido el antiguo territorio de la Alemania oriental en un campo abonado para la extrema derecha. Desde hace seis años AfD ha sabido pescar en estos mares de frustración y ha convertido el este del país en su bastión. Ese fenómeno explica también que sea en esta región donde conviven los movimientos más reaccionarios del país.

Candidato neonazi

Solo así se entiende que el partido haya elegido como líder en Brandeburgo a un personaje de corte autoritario como Andreas Kalbitz. Como ha destapado la prensa, en el 2007 el nuevo hombre de moda en el 'land' que rodea Berlín asistió a un campamento de una organización neonazi prohibida y presidió una asociación cultural fundada por oficiales de las SS. "A la gente no le importa eso", ha llegado a decir. Ahora, con 46 años y un importante éxito electoral bajo el brazo, condicionará la vida política en la región. Brandeburgo fue el estado donde más ataques a refugiados per cápita se registraron en el 2017.

AfD también ha triunfado en Sajonia con 17,8 puntos de mejora, casi triplicando sus resultados. Ahí su líder, Jörg Urban, exmiembro de movimientos ecologistas, mantiene un perfil más bajo, pero la línea del partido es igual de dura. En su intento de destronar a la CDU de Angela Merkel, no han dudado en criminalizar el rescate marítimo de migrantes e intentar asociarlo al candidato conservador, Michael Kretschmer.

No sin relación, Sajonia fue el estado que impulsó a Frauke Petry, exlíder de AfD y principal responsable de su deriva antiinmigración. Sajonia es también la cuna del movimiento islamófobo Pegida y el segundo 'land' que registra más manifestaciones de extrema derecha, solo superado por la vecina Turingia. Una de ellas fue la que reunió a esa ala más radical de AfD junto a neonazis el año pasado en Chemnitz.

Impulso en Turingia

Esta nueva victoria afianza aún más los sectores radicales dentro de AfD y prepara el terreno para las elecciones en otro estado del este, Turingia, que se celebran el próximo 27 de octubre. Es ahí donde opera el 'enfant terrible' del etnonacionalismo alemán, Björn Höcke. Convertido en el principal generador de escándalos del partido, su líder regional es también el principal representante del sector más rayano al neonazismo. "Es la figura incómoda que AfD necesita para alimentar la radicalidad de una parte nada despreciable de su militancia y electorado", señalan Andreu Jerez y Franco Delle Donne en el el libro 'Factor AfD'.

Hay incluso informaciones que señalan que Höcke, escondido tras un pseudónimo, podría estar detrás de artículos escritos para publicaciones del partido neonazi NPD. Pero, como con Kalbitz, eso parece no importar. Los sondeos dan a AfD hasta un 21% de los votos en Turingia que le permitirán luchar por la segunda posición.