EN GUANTÁNAMO

El juicio contra los cerebros de los atentados del 11-S empezará el 11 de enero del 2021

Los cinco acusados se enfrentan a la pena de muerte y serán juzgados por un tribunal de guerra

Khalid Sheikh Mohamed, cerebro del atentado contra las Torres Gemelas de Nueva York, en una foto de archivo de marzo del 2003

Khalid Sheikh Mohamed, cerebro del atentado contra las Torres Gemelas de Nueva York, en una foto de archivo de marzo del 2003 / periodico

Ricardo Mir de Francia

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El juicio contra los principales acusados de perpetrar los atentados terroristas del 11-S comenzará el 11 de enero del 2021, dos décadas después de aquella infamia que cambió el mundo. Así lo ha anunciado este viernes un juez castrense de la base militar de Guantánamo (Cuba), donde se juzgará a Khalid Shaikh Mohammed y los otros cuatro hombres acusados de planear los ataques que mataron a 2.769 personas en Nueva York, Washington y Pensilvania. Todos ellos se enfrentan a la pena de muerte y serán juzgados por un tribunal de guerra, después de que fracasaran a lo largo de los años varios intentos para trasladarlos a Estados Unidos y someterlos a la justicia civil ordinaria, donde se dirimen la mayoría de casos por terrorismo. 

Al frente del tribunal estará el juez W. Shane Cohen, coronel de la Fuerza Aérea, el tercer magistrado castrense que se hace cargo del caso contra Mohammed, Walid bin AttashRamzi bin al ShibhMustafa al Hawsawi y Amar al Baluchi. La previsión es que en la fecha anunciada empiece a seleccionarse el jurado, aunque pocos esperan una resolución rápida para un proceso que se ha eternizado por la infinidad de deficiencias formales que lo han acompañado. Parte del problema se deriva de las circunstancias en que se obtuvieron las confesiones de los acusados, empezando por Mohammed, señalado como el principal cerebro de los ataques contra las Torres Gemelas y el Pentágono

Antes de recalar en Guantánamo, el pakistaní afiliado a Al Qaeda pasó tres años en las cárceles secretas de la CIA, donde fue rutinariamente torturado con ahogamientos simulados, privación del sueño o abusos rectales, según ha quedado ampliamente documentado. De ahí que su defensa haya reclamado la nulidad del testimonio obtenido. Sus abogados también esgrimen que el juicio estará basado en numerosas pruebas secretas. Según publicó recientemente 'The New York Times', el caso se ha construido sobre una montaña de más de 23.000 páginas de transcripciones, muchas de ellas ocultadas a la defensa por motivos de seguridad nacional, lo que pone seriamente en cuestión la justicia del proceso.