Protestas masivas

Oleada de detenciones de activistas prodemocracia en Hong Kong

Wong y el independentista Andy Chan fueron arrestados por la policía horas previas a la nueva manifestación que tendrá lugar este sábado en la ciudad

Adrián Foncillas

Por qué confiar en El PeriódicoPor qué confiar en El Periódico Por qué confiar en El Periódico

La olla hongkonesa sigue sumando ingredientes para la ebullición. Es improbable que la detención de los más mediáticos líderes y legisladores antigubernamentales o la prohibición de la manifestación de este sábado rebajen el vigor de unas protestas que ya prevén una segunda huelga general más excursiones al aeropuerto. Los dos bandos siguen con el timón firme hacia la colisión frontal sin que se atisbe un final a la vista y con la certeza de que lo peor está por llegar.

Joshua WongAgnes Chow y Andy Chan fueron detenidos entre la noche del jueves y esta mañana. Wong fue abordado por los agentes cuando se dirigía en metro a su domicilio, forzado a entrar en un vehículo sin distintivos policiales y conducido a la comisaría de Wanchai para ser interrogado, según su organización política Demosisto. Horas después, fue liberado.

Está acusado de organizar, incitar y formar parte de asamblea ilegal por el asedio a esa misma comisaría el 21 de junio, en los albores de las protestas. Wong es la cara más célebre del movimiento desde que a sus 17 años lideró las masivas concentraciones  de la Revuelta de los Paraguas. Wong ya ha cumplido tres condenas de cárcel y fue liberado por última vez en junio.

También en aquellas protestas que paralizaron el centro financiero de la excolonia durante 79 días emergió Chow. La joven fue detenida en su domicilio y comparte con Wong su afiliación a Demosisto y la imputación de los dos últimos cargos. Chow fue descalificada el pasado año para las elecciones al Parlamento. Un tercer afiliado, Ivan Lam, eludió la detención por encontrarse fuera de Hong Kong.

"Efecto escalofriante"

“Estamos furiosos por el efecto escalofriante y el terror que está creando la policía con estos arrestos a gran escala”, ha denunciado Demosisto. Desde la organización se subraya la paradoja de estas detenciones contra un movimiento que carece de líderes visibles y se organiza de forma asamblearia a través de las redes sociales. Chow ha rebajado su presencia en la calle y acentuado su activismo desde Facebook.

Wong ha sido ubicuo en las concentraciones, sin el megáfono con el que apuntaló su liderazgo años atrás y atendiendo a la prensa global en los márgenes del gentío. “Pekín escucha nuestra voz pero no la atiende. La confrontación seguirá hasta que haga caso a las demandas de los hongkoneses”, decía semanas atrás a este corresponsal en los jardines Chater mientras los viandantes le mostraban el pulgar hacia el cielo y le daban ánimos.

También ha sido detenido Andy Chan cuando iba a tomar un vuelo con destino a Japón. Chan presidía el Partido Nacional de Hong Kong, ya ilegalizado por su inspiración independentista, y ha sido acusado de atacar a la policía durante las manifestaciones en el distrito fronterizo de Sheung Shui contra el estraperlo de los chinos del interior.  

El catálogo de detenciones lo cierran Cheng Chung-tai y Rick Hui Yui-yu, dos legisladores de la órbita prodemocrática. Ambos han sido puestos en libertad bajo fianza y han anunciado una rueda de prensa para esta tarde.

El Frente Civil de Derechos Humanos ha desconvocado la marcha de mañana después de que hoy fuera desatendida su apelación. La policía ha insistido en el peligro de brotes violentos para denegar su visto bueno a una concentración que se preveía tan masiva como las tres anteriores organizadas por el Frente. La manifestación, que pretendía llegar hasta la Oficina de Enlace de Pekín, coincidía con el quinto aniversario de la confirmación de que Hong Kong no tendría un sufragio universal 'comme il faut' sino con un filtrado de candidatos desde Pekín. Esa fórmula, desdeñada como fraude democrático, catalizó la Revuelta de los Paraguas en 2014.

La falta de permiso policial ha carecido de efectos prácticos hasta ahora. Los manifestantes han acudido a los puntos de encuentro para admirar las plantas, cantar salmos religiosos o participar en la firma de autógrafos de artistas alineados con el movimiento. La policía ha aclarado que desatenderá cualquier imaginativa excusa y recordado que la asamblea ilegal prevé penas de hasta cinco años.