OTRA CRISIS FINANCIERA

Argentina reconoce que no puede pagar la deuda externa

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Abel Gilbert

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"Nos hicimos cargo del tema de la deuda para defender la estabilidad cambiaria", dijo el presidente argentino Mauricio Macri después de pedirle al Fondo Monetario Internacional (FMI) y a sus acreedores aplazar sus compromisos externos e internos a corto y largo plazo. El dólar sigue por los aires y acentúa la devaluación. La crisis Argentina entró en una nueva fase, a dos meses de unas elecciones que ya han dejado a Macri fuera de carrera.

El Gobierno de derechas no quiere quedar como el único responsable de una situación que comienza a provocar zozobras más allá de los mercados. "Todos los que ocupamos de alguna u otra manera el rol de liderazgo sabemos el peso que tiene cada paso que damos y cómo incide en el presente y en el futuro". Macri aludió al peronista Alberto Fernández, vencedor absoluto de las primarias del 11 de agosto y, según todas las previsiones, el gran favorito de imponerse en los comicios del 27 de octubre. 

Las palabras "suspensión de pagos" han vuelto al lenguaje político. Con las arcas del Banco Central exhaustas, lo que el ministro de Hacienda, Hernán Lacunza llamó las "dificultades de liquidez", Argentina volvió a tropezar con una histórica piedra y reconocer que no puede pagar la deuda contraída en tiempo record. Lacunza habló de un "reperfilar" los vencimientos con el FMI previstos para 2020 y 2023. 

Para la calificadora de riesgo Standard & Poor’s, el país entró en "default  (suspensión de pagos) selectivo". El Gobierno, ha señalado, "extendió unilateralmente los vencimientos de todos los papeles de corto plazo". Esta rebaja en la calificación de los bonos podría modificarse cuando las autoridades económicas expliquen mejor de qué se trata la "reperfilación" de los vencimientos de la deuda.

Confesión de impotencia

El FMI, que en el 2018 y tras la presión de la Administración de Donald Trump aprobó un préstamo sin precedentes de 57.000 millones de dólares, utilizados por el Gobierno especialmente para financiar la fuga de capitales, esperaba en los últimos días semejante confesión de impotencia. El organismo dijo no obstante que seguirá "al lado de Argentina en estos momentos desafiantes".

En 2016, apenas asumir el cargo, Macri llevó a cabo el mayor ciclo de endeudamiento de la historia argentina. Al iniciar la gestión, la deuda representaba el 37,6% del PIB. Como pidió prestado 188.000 millones de dólares, en la actualidad el pasivo supera el 100%. La suerte del Gobierno estaba echada desde el momento en que la misión del FMI que estuvo en Buenos  Aires hizo saber que todo podía empeorar debido a que Macri había perdido gran parte de su poder político y recién el 10 de diciembre habrá otro mandatario.