Forman en Hong Kong una gran cadena humana para emular la 'Vía Báltica'

Han pasado tres meses desde que las protestas emergieron en Hong Kong y los activistas siguen ideando mediáticas fórmulas para conservar la atención global. Este viernes han formado una cadena humana a lo largo de diferentes distritos de la excolonia para pedir "libertad y la democracia" y subrayar su compromiso con el pacifismo. Decenas de miles de hongkoneses se han dado de la mano en un homenaje a la 'Vía Báltica' que 30 años atrás exigió el fin de la ocupación soviética.

Es costumbre que los actos de protesta del fin de semana empiecen con actos pacíficos y reserven las hostilidades para el sábado y el domingo. Este fin de semana es de alto riesgo porque los activistas han anunciado su regreso al aeropuerto, donde se vivieron las escenas de mayor caos hasta la fecha. Su ocupación provocó la cancelación de casi un millar de vuelos y dejó a decenas de miles de viajeros varados. La intervención de la policía, al anochecer del segundo día, desató la previsible batalla campal. Antes los activistas se habían encarado con los iracundos viajeros y detenido y golpeado a un par de ciudadanos chinos identificados como policías y periodistas. Aquel estallido de sinrazón explica que el movimiento pidiera disculpas al día siguiente y prometiera que no se repetiría.

El movimiento autodenominado prodemocrático ha pedido en las redes que se acuda al aeropuerto por cualquier medio, ignorando la prohibición dictada la semana pasada por un tribunal hongkonés. Los economistas han alertado del daño irreparable que el bloqueo del aeropuerto, el octavo en número de pasajeros del mundo, supone para las finanzas y la reputación de la capital financiera.

Pekín ha aumentado el control en la frontera terrestre con Hong Kong, sometiendo a breves detenciones a la prensa extranjera para comprobar su material fotográfico. La semana pasada detuvo a un ciudadano hongkonés del consulado británico con cargos de prostitución. El consulado canadiense ha prohibido hoy a su personal viajar al continente por miedo a más detenciones.