Justicia en EEUU

Un hombre pasa 82 días en la cárcel por llevar miel en el aeropuerto

Los guardias de aduanas confundieron el alimento con la metanfetamina líquida

Miel siendo envasada para su consumo

Miel siendo envasada para su consumo / periodico

El Periódico

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Leon Haughton, de 45 años y natural de Jamaica, fue detenido a finales del pasado diciembre en el Aeropuerto Internacional de Baltimore-Washington por posesión y tráfico de drogas.

La historia, una investigación exclusiva del Washington Post, cuenta cómo un perro de la patrulla canina que vigila la estación se interesó en el contenido de su mochila, en la que los agentes de la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza de EEUU encontraron tres botellas de un líquido pegajoso sobre las que destacaba una pegatina con la palabra 'Honey' (Miel).  

El cuerpo estatal decidió detenerlo por el supuesto parecido con la metanfetamina líquida, una de las principales drogas que entra en la república americana de contrabando. Dos horas más tarde, la Policía de Transporte de Maryland esposaba al hombre mientras le comunicaba que el contenido de su bolsa había dado positivo en metanfetamina. Haughton, en ese momento, se desmayó. 

Una historia complicada

La lucha por la libertad llevó a Leon Haughton a una batalla legal y burocrática que se extendió durante más de dos meses, en los que perdió sus dos trabajos: uno como limpiador y otro como obrero en Bowie, Maryland, donde vive con su pareja y sus seis hijos.

Durante su estancia en la prisión, en donde se enfrentaba a una pena de hasta 25 años de cárcel, el detenido exigió en todo momento que le dejaran en libertad preventiva, ya que no tenía antecedentes penales. Poco después, un juez avalaba dicha propuesta, pero aun así, el proceso legal seguía estancado. 

Un mes más tarde, durante la segunda vista, la Policía Estatal de Maryland confirmaba en laboratorio que el contenido de las botellas no presentaba ningún tipo de sustancia ilegal, por lo que fueron retirados los cargos de tráfico de drogas. Aun así, aún persistía el delito de posesión, ya que durante el análisis in situ del aeropuerto, dió positivo.

De vuelta a casa

A pesar de la aparente incongruencia, la jueza se negó a dejarlo en libertad provisional, ya que era posible que fuera detenido y deportado por dicha acusación al tratarse de un 'residente permanente' y no de un ciudadano estadounidense.

Finalmente, casi tres meses después de su arresto en el aeropuerto y tras un segundo análisis negativo en busca de sustancias psicoactivas , el 21 de marzo la fiscalía retiró el último cargo y Haughton fue puesto en libertad.

"Me han arruinado la vida" dijo Haughton al salir de la prisión. A día de hoy, continúa intentando rehacer su vida mientras busca trabajo y lucha por que se reconozca la situación injusta que tuvo que vivir. Y teme volver a viajar.