Error de comunicación

El presidente de México niega contactos con bandas criminales

López Obrador ha tenido que explicar el malentendido con las declaraciones de su ministra del Interior

El presidente de México, López Obrador, durante la conferencia de prensa

El presidente de México, López Obrador, durante la conferencia de prensa / periodico

Reuters / El Periódico

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El presidente mexicano, Andrés Manuel López Obrador, ha explicado este miércoles cómo durante sus nueve meses en el Gobierno ha tratado de reducir las cifras récord de crímenes violentos que sacuden el país. No obstante, ha afirmado que estos esfuerzos no han implicado conversaciones con ninguna banda criminal grupos paramilitares.

Esta declaración proviene de la polémica del pasado martes cuando Olga Sánchez Cordero, ministra de Interior del país centroamericano, explicó a la prensa cómo el Gobierno había mantenido contacto con "varios grupos" en los estados más golpeados por la violencia, como respuesta a las preguntas sobre el crimen organizado. Más tarde, la Secretaría de Gobernación aclaró que se refería a grupos de autodefensa

Estos grupos se han hecho muy populares en México desde el 2013. Consisten en la unión de civiles armados, normalmente relacionadas con un oficio o gremio común, que utilizan las armas para defenderse del ataque y la extorsión de los cárteles. 

Malentendido peligroso

"No estamos hablando con miembros de organizaciones criminales", ha explicado el presidente mexicano a los periodistas durante la conferencia de prensa ofrecida este miércoles.

También ha añadido que el Gobierno en ningún caso ha pretendido fomentar los grupos de autodefensa que han aparecido por todo el país. "La seguridad pública debe de estar garantizada por el Estado. No podemos promover la creación de grupos para atender temas de seguridad porque no funciona y genera mucho desorden", ha concluido el líder del Movimiento de Regeneración Nacional. 

La escalada de asesinatos ha ascendido hasta cotas nunca vistas durante la primera mitad del 2019, en constraste con la reducción de los crímenes violentos que la administración de López Obrador prometió con su llegada al Palacio Nacional.

Cifras sin precedentes

Tan solo durante el mes de junio, datos del Sistema Nacional de Seguridad Pública han calculado 2.560 homicidios totales. Es decir, una media de 85 asesinatos diarios. Las mismas estadísticas señalan como los últimos dos años han batido récords en materia de delitos de sangre y vaticinan cómo este año volverá a marcar un nuevo máximo. 

El veterano de la izquierda llegó al poder con la promesa de frenar la violencia desenfrenada y mantuvo los reproches a las políticas económicas de sus sucesores en el órgano ejecutivo del país.

Hasta la fecha, sus dos medidas estrella en cuanto a la seguridad de la ciudadanía, la creación del cuerpo militarizado conocido como 'Guardia Nacional' y una serie de medidas sociales que pretenden alejar a los mexicanos de entrar al circuito de las bandas armadas, no han logrado reducir unas cifras alarmantes que continúan al alza.