desigualdad sistemática

Afganos se preguntan cómo un embajador puede permitirse un reloj de €20.000 cuando el 50% de la población vive en la pobreza

Varios afganos asisten una sesión convocada para hablar sobre el proceso de paz con los talibanes en Kabul, Afganistan

Varios afganos asisten una sesión convocada para hablar sobre el proceso de paz con los talibanes en Kabul, Afganistan / periodico

Adriana Lopez

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Algunos afganos han recurrido a Twitter para protestar por su enojo contra el estilo de vida de sus diplomáticos extranjerosLa noticia del embajador de Afganistán en España, que fue atracado en Barcelona por un grupo de jóvenes que le robaron el reloj que llevaba de marca Bulgary, y valorado en casi 20.000 euros, ha desatado una oleada de críticas contra la víctima.

En Twitter, un periodista afgano, Bilal Sarway, ha destacado la desigualdad entre diplomáticos y civiles y ha acusado al gobierno afgano de “destruir el país” a través de la “corrupción”.

Afghan ambassador robbed in Barcelona. His $25000 watch stolen. You want to destroy a country , make it corrupt. @SalahRabbani https://t.co/YVnuKKZXDW — BILAL SARWARY (@bsarwary) 19 de agosto de 2019

 “Asaltan el embajador afgano en Barcelona y le roban su reloj de más de $20k! (17.000 euros). En un país donde el 50% de su población vive por debajo del umbral de la pobrezasus funcionarios, alcaldes, gobernadores y embajadores viven en el lujo”, ha reclamado Saber Ibrahimi, un investigador de Kabul que trabaja en Nueva York.

Afghan ambassador in #Barcelona is mugged and his $20k+ watch stolen! In a country that 50% of its population live below poverty line, its officials, mayors, governors & ambassadors live in luxury & $25k watch is just the tip of the iceberg! #corruption!https://t.co/WzXSqLMuWN — S Ibrahimi ابراهيمي (@saberibrahimi) 19 de agosto de 2019

"¿Cómo podría pagar un reloj de $ 25000 el embajador de un país pobre?", ha agregado Iqbal Khattak, otro periodista afgano. 

How a poor country's ambassador was affording $25000 watch?— Iqbal Khattak (@khattak63) 20 de agosto de 2019

Aun así, algunos han defendido a los diplomáticos extranjeros alegando que son libres de hacer lo que quieran con el dinero que ganan como representantes del estado.

Desafíos políticos y económicos

Las elecciones presidenciales se celebrarán el mes que viene y Afganistán se enfrenta a numerosos desafíos políticos mientras lucha contra la insurgencia. La recuperación económica de Afganistán es lenta ya que la continua inseguridad está restringiendo la inversión privada y la demanda de los consumidores.

El crecimiento agrícola se ha visto limitado por las condiciones climáticas desfavorables en los últimos años. La posición fiscal se ha mantenido sólida, impulsada por las mejoras en el rendimiento de los ingresos, aunque el gobierno sigue dependiendo en gran medida de donaciones internacionales, según informa el Banco Mundial (BM).

Las conversaciones entre Estados Unidos y los talibanes han aumentado la esperanza de negociaciones de paz y la solución pacífica de la guerra, que dura ya 40 años, pero también ha agregado incertidumbre y preocupaciones entre el pueblo afgano.

50% vive en la pobreza

Más del 54% de la población vive por debajo del umbral de la pobreza, mientras que el número aumenta al 67% durante las temporadas de invierno en el país, según la Organización Central de Estadísticas (OSC) de Afganistán.

La inestabilidad política, la inseguridad y las elecciones fraudulentas fueron las principales razones detrás de la caída de la inversión en el país, según el informe publicada por la OSC.

El informe sugiere que el 44% de la población en el país no tiene seguridad alimentaria y la tasa de desempleo ha alcanzado el 24%. Aun así, la tasa de alfabetización ha aumentado en comparación con el pasado, con tasas de alfabetización entre 15 y 25 años que alcanzan el 53,6% y la tasa de alfabetización de adultos es el 34% de la población del país.

Mientras tanto, los representantes de la Unión Europea (UE) y el Banco Mundial expresan su preocupación continua por el aumento del desempleo y la pobreza en Afganistán donde el medio salario bruto no alcanza ni los 15.000 euros al año en la capital.