El Vaticano abre dos osarios en busca de Emanuela Orlandi

Los restos hallados se analizarán para ver si pueden ser de la chica de 15 años desaparecida en 1983

Búsqueda de Emanuela Orlandi

Búsqueda de Emanuela Orlandi / periodico

Reuters

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Expertos forenses han extraído huesos de dos osarios dentro de las paredes del Vaticano este sábado como parte de una investigación dirigida a resolver el caso de la desaparición en 1983 de Emanuela Orlandi, que entonces tenía 15 años.

Tras un aviso anónimo, el Vaticano abrió a principios de este mes dos tumbas para ver si el cuerpo de Orlandi, la hija de un empleado vaticano, estaba escondida allí. El misterio se acrecentó cuando no se encontró nada, ni siquiera los huesos de las princesas del siglo XIX que se suponía que debían ser enterradas en el pequeño cementerio teutónico de la ciudad.

Después de consultar sus registros, el Vaticano anunció la semana pasada que habían localizado huesos debajo del piso del Pontificio Colegio Teutónico, que flanquea el cementerio. Los trabajos estructurales se llevaron a cabo en el cementerio a fines del siglo XIX y nuevamente hace unos 60 años.

Restos de dos princesas

Los funcionarios de la iglesia creen que los restos de la princesa Sophie von Hohenlohe, quien murió en 1836, y la princesa Carlotta Federica de Mecklenburg, quien murió en 1840, pudieron haber sido trasladados y nunca devueltos a su lugar de descanso original.

El Vaticano no ha especulado acerca de qué huesos podrían haberse recuperado de los osarios recién abiertos, y solo ha dicho que ahora serán analizados para tratar de determinar sus identidades.

Entre los presentes en la apertura de los osarios se encontraban representantes de la familia Orlandi. Emanuela Orlandi desapareció a los 15 años, en 1983, tras abandonar el apartamento familiar en la Ciudad del Vaticano camino a una lección de música. 

Las teorías sobre su desaparición han abarcado desde un intento por obtener la libertad de Mehmet Ali Agca, el turco encarcelado en 1981 por intentar asesinar al papa Juan Pablo II, hasta una conexión con la tumba de Enrico De Pedis, un mafioso enterrado en una basilica de Roma.

Una carta anónima reabrió el caso

La familia Orlandi recibió una carta anónima a principios de este año que decía que el cuerpo de Emanuela podría estar escondido entre las tumbas del cementerio teutónico, donde una estatua de un ángel que sostiene un libro con el texto "Requiescat in Pace" ("descanse en paz" en latín).

El Vaticano siempre ha negado intromisiones en la investigación del caso. "Con esta última operación el Vaticano demuestra una vez más su transparencia hacia la familia Orlandi. Esta posición se ha evidenciado desde el principio al aceptar la inspección en el cementerio teutónico pese a que se basaba en un mero informe anónimo", ha manifestado en un comunicado.