EL PESO DE UN APELLIDO

John John Kennedy quiso volver a la Casa Blanca

A los 20 años de su muerte en un accidente de aviación, una biografía desvela episodios desconocidos de la vida del hijo del presidente asesinado

John Kennedy Jr.

John Kennedy Jr. / periodico

Montse Martínez

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Quién mejor que un amigo para escribir una biografía capaz de llegar a todos los rincones. Es lo que ha hecho el historiador Steve M. Guillon con la figura de John John Kennedy Jr., hijo del malogrado presidente norteamericano. 'America's Reluctant Prince' 'America's Reluctant Prince' desnuda a un hombre destinado a acarrear un apellido no siempre fácil de llevar que tampoco pudo zafarse de la tragedia al morir a los 38 años al estrellarse el pequeño avión que él mismo pilotaba y en el que también viajaban su esposa Carolyn Bessette y su cuñada Lauren. Fue hace 20 años, el 16 de julio de 1999.

El único hijo varón de John Fitzerald Kennedy Jacqueline Onassis, según desvela la biografía, se tomó su tiempo y desvelos para llegar a la conclusión de que la política formaba parte de su ADN hasta el punto de que sopesó iniciar la carrera a la Casa Blanca. La obra recoge cómo, mientras miraba por televisión la toma de posesión de George H. W. Bush en 1989, John expresó su deseo de volver a casa -"se refería a la Casa Blanca", dice el biógrafo-.

La publicación se nutre de las conversaciones que durante años mantuvo el autor con John John., su amigo desde la universidad, así como los testimonios de otras personas próximas que nunca antes habían explicado su experiencia. El resultado rezuma introspección y humanidad en episodios vitales inéditos hasta ahora. 

Terapia de por vida

Muchas horas de terapia llevaba encima el joven Kennedy. para intentar buscar su sitio más allá de la sombra alargada de su padre. Guillon explica que, sin embargo, nunca hablaba del asesinato de su progenitor, ocurrido del 22 de noviembre del 1963 en Dallas. "Hablábamos de la presidencia de su padre y su legado, pero nunca de la tragedia", ha declarado el autor de la biografía a la cadena Fox. "De hecho -añade- el hijo del presidente asesinado no entendía por qué fascinaba tanto la muerte de su padre". 

"John era muy transparente con respecto a su terapia", ha declarado el autor a la revista 'People'."Había un día a la semana en la que ya sabías dónde estaba John", dice el biógrafo para añadir: "Hay dos cosas que siempre reservaba, su masaje y su terapia". Un trabajo psicológico que, según Guillon, lo convertía en un excelente interlocutor que siempre tenía un buen consejo a sus amigos. "El hecho de analizarse a sí mismo durante tanto tiempo hizo que tuviera un mayor conocimiento de las personas", abunda Guillon.

Aval a la Comisión Warren

La biografía hace hincapié en el hecho de que Kennedy Jr. nunca cuestionó las conclusiones de la Comisión Warren, que determinó que fue una sola persona, Lee Harvey Oswald, quien apretó el gatillo para acabar con la vida del presidente. Cuando todavía a día de hoy proliferan las teorías de la conspiración, Kennedy Jr. nunca dio pábulo a ninguna versión alternativa a la oficial. El autor de la biografía recoge que sí le hizo un críptico comentario al respecto -"Bobby lo sabía todo", en referencia a su tío Robert Kennedy- que hace pensar que el hermano de su padre tenía información de la que carecía la comisión oficial.

Cuando en 1995 creó la revista 'George', un asesor le preguntó si abriría la puerta a investigaciones sobre la muerte de su padre.  "Incluso si invirtiera el resto de su vida en encontrar respuestas, dijo que no variaría el hecho de que no tenía padre", explica el biógrafo. 

Cargas y responsabilidades

"La vida de John era la más complicada que he conocido", ha declarado Guillon a la cadena Fox para añadir: "Tenía una vida complicada llena de cargas y responsabilidades y la historia de su vida ha sido cómo lidiar con estas cargas lo mejor posible". Una de ellas, el hecho de que su madre decidiera no llamarle por su nombre nunca más para honrar a su padre asesinado. 

La publicación también pormenoriza los problemas de relación entre Kennedy Jr. y su hermana Caroline, especialmente tensos solo meses antes del accidente de aviación. El epicentro de las disputas recaía sobre sus respectivas parejas. El episodio que culminó las desavenencias hay que situarlo en la subasta de las pertenencias de la fallecida Jacqueline Onassis. Mientras que John quería una subasta privada, su cuñado Ed Schlossberg pensó que si era pública obtendrían más ganancias. Lo que John no quería -tal y como queda reflejado en el libro- es que su cuñado tomara una decisión. 

Pese a la casi inexistente relación, John tuvo una conversación con su hermana antes de morir.