POLÉMICA DIPLOMÁTICA

Dimite el embajador británico en EEUU al que Trump llamó "estúpido"

El presidente insultó a Darroch por calificar de "inepto" al Gobierno de Washington

El hasta ahora embajador británico en EEUU, Kim Darroch.

El hasta ahora embajador británico en EEUU, Kim Darroch. / periodico

Begoña Arce

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La ‘diplomacia’ del insulto funciona. Al menos para Donald Trump. El presidente americano ha logrado la cabellera del embajador británico en Estados Unidos, Kim Darrock, al que calificó el martes en un tuit virulento de “chiflado”, “estúpido” e “imbécil pomposo”. El miércoles Darrock habló con la primera ministra, Theresa May, para infórmale de su renuncia. "Después de la filtración de documentos oficiales emitidos por esta embajada, ha aumentado la especulación sobre mi posición y la duración de mi mandato como embajador", señaló Darroch en una nota dirigida al jefe de los servicios diplomáticos británicos, Simon McDonald. "Quiero poner fin a esas especulaciones. La situación actual hace imposible que continúe desempeñando mi puesto como hubiera deseado".

Independencia diplomática en juego

La noticia, divulgada minutos antes de la intervención semanal de May en la Cámara de los Comunes provocó un auténtico shock entre la clase política. “Le he dicho que lamento profundamente que considere necesario el dejar su puesto como embajador en Washington. Todo el gobierno le dio el martes su total apoyo”, declaró May. “Un buen gobierno depende de la capacidad de los funcionarios de dar consejos francos y completos. Quiero que todos nuestros funcionarios tengan la confianza necesaria para hacerlo”, añadió la primera ministra. El futuro de la independencia de la diplomacia británica está en juego y muchos temen que el caso siente un mal precedente.

La Casa Blanca había cortado toda relación con el embajador desde que el domingo un diario británico publicara unos informes confidenciales de Darrock calificando la administración Trump de "inepta", "inestable", "incompetente"" y "disfuncional". Eran unas notas del 2017 y quien las filtró, justo ahora, logró su objetivo de acabar obligando al embajador a marcharse y deteriorar las relaciones entre Estados Unidos y el Reino Unido. La pregunta lógica es, a quién beneficia todo eso. Una investigación en marcha puede dar con el culpable en la cárcel.

Boris cuestionado

La crisis ha estallado en plena campaña para la elección del próximo primer ministro. Tras la renuncia, el dedo acusador apuntaba al favorito, Boris Johnson, amigo de Trump. Varios informes periodísticos, incluido uno de ellos del Financial Times, aseguran que Darroch decidió marcharse cuando la noche del martes vio el debate en televisión entre Johnson y su rival, Jeremy Hunt.  En seis ocasiones Johnson se negó a respaldarle, alegando que las relaciones con Estados Unidos eran más importantes que los casos particulares. “Básicamente empujó a este fantástico diplomático bajo las ruedas del autobús, para servir sus intereses personales”, declaró el número dos del Foreign Office, Alan Duncan. Hunt en cambio apoyó al embajador y criticó los comentarios “inaceptables” de Trump. “Quien elige a nuestros embajadores es asunto del Reino Unido”, subrayó.

Día negro

Ahí radica ahora la cuestión. Trump ha forzado la salida de Darroch, de 65 años, uno de los diplomáticos británicos con mayor experiencia, con una carrera de más de cuatro décadas, que debía jubilarse en enero. Johnson será muy probablemtne quién deba designar el próximo embajador y Trump espera que ese nombramiento, ahora envenenado, sea el de alguien que a él le convenga. “Hoy es un día negro para nuestro país”, declaró Hunt. Nigel Farage en cambio se felicitaba en un tuit y sugería el perfil del sucesor en la embajada. “Es hora de poner a alguien que no defienda la permanencia (en la Unión Europea), que quiera un acuerdo comercial con América”.