Alexa, la nueva receta de sanidad pública británica

La sanidad pública británica utilizará el asistente de voz para responder a dudas de los pacientes

Protesta de los trabajadores del NHS británico por sus salarios.

Protesta de los trabajadores del NHS británico por sus salarios. / periodico

Begoña Arce

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"Alexa, ¿Qué puedo tomar para la migraña?". "Alexa, ¿cuáles son los síntomas del sarampión?”.  Millones de ciudadanos británicos tienen en casa el asistente virtual de voz.  Un invento que igual te explica hacer pollo en salsa, te informa del tiempo que hace en Escocia, le lee un cuento a los niños o ayuda a rezar a los penitentes con mala memoria.

Desde esta semana, Alexa responderá además a preguntas médicas elementales, después de que el Gobierno haya llegado a un acuerdo con Amazon, para que la sanidad pública (NHS), utilice como intermediario el asistente de voz.  La información que proporcione se surtirá directamente del portal de la NHS en la red. El Ejecutivo confía en que el sistema descargue las consultas de los médicos de familia y ayude especialmente a las personas de edad, con dificultades para manejarse en internet o a los invidentes.

Consejos fiables

"Este tipo de tecnología es un excelente ejemplo de la forma de que la gente pueda obtener consejos fiables de la sanidad pública, desde su hogar, reduciendo así la presión de nuestros médicos y farmacéuticos", afirma el ministro de Sanidad, Matt Hancock. Los consejos de Alexa serán básicos y en ningún caso se proporcionará un diagnóstico.

"La gente de hecho ya le pregunta a Alexa asuntos relacionados con la medicina", señala Hancok, que añade: "Quiero que cuando le planteen ese tipo de preguntas tengan el mejor consejo posible".  Hancok es un converso. Hace tan solo un año, como recordaba el diario The Times, cuando era ministro de Cultura, reveló que no quería en su casa el asistente de voz, "porque creo en algo esencialmente humano, que hay que preservar. Aún no hemos resuelto, como sociedad y como individuos, cuál es la mejor manera de utilizar está tecnología".

Privacidad y reticencias médicas

No todos ven con buenos ojos el nuevo servicio. El acuerdo entre Amazon y la NHS pone en peligro la privacidad de los ciudadanos y es un desastre latente para la protección de datos, afirma Silkie Carlo, directora de la organización Big Brother Watch. "El Alexa de Amazon graba lo que la gente dice, almacena las grabaciones en centros de datos de los que no sabemos nada y explota los datos en su propio beneficio,argumenta.

Algunos médicos también han expresado sus reticencias. "Lo bueno, cuando una persona va a ver un profesional de la medicina, este no sólo escucha lo que le dice el paciente. También mira si la persona está sana, mira su historial, con notas médicas", explica Helen Stokes-Lampard, Presidenta del Colegio Real de Médicos de Familia, quien ha pedido una investigación independiente, para analizar si los consejos de Alexa son seguros.