GUERRA EN SIRIA

La ONU pide explicaciones a Rusia por el bombardeo de hospitales sirios

Más de 23 centros sanitarios han sido atacados en la región de Idleb desde finales de abril, cuando se intensificaron las incursiones aéreas del régimen sirio apoyadas por Moscú

Imagen de un hospital, apoyado por Médicos Sin Fronteras, destruido durante un ataque aéreo en Idleb.

Imagen de un hospital, apoyado por Médicos Sin Fronteras, destruido durante un ataque aéreo en Idleb. / periodico

Marina Sardiña

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El subsecretario general de Naciones Unidas para Asuntos Humanitarios, Mark Lowcock, ha declarado este martes que pidió explicaciones a Rusia sobre cómo utiliza la ubicación de hospitales y clínicas en Siria entregada para evitar ataques tras una serie de bombardeos rusos sobre centros de salud. "No estoy seguro" de que los hospitales que comparten las coordenadas de su ubicación bajo un sistema de la ONU estén protegidos, ha dicho Lowcock al Consejo de Seguridad en una reunión al sur de Siria. 

Más 20 hospitales fueron alcanzados por los ataques tras la intensificación de los bombardeos a finales de abril, cuando el Ejército sirio -apoyado por Moscú- lanzó una ofensiva contra el bastión opositor sirio en la región de IdlebIdleb (al noroeste de Siria). Durante la operación dirigida por el presidente del régimen sirio, Bashar al Asad, se llegaron a realizar hasta 30 bombardeos aéreos al día. Tanto Damasco como sus socios rusos han negado que los ataques estuvieran dirigidos contra instalaciones civiles, asegurando que su intención es combatir solo a grupos "terroristas"

"Le he escrito a la Federación Rusa para pedir información de cómo son usados los detalles entregados a través del mecanismo contra conflictos (creado para prevenir incidentes aéreos en Siria entre Washington y Moscú)", ha recalcado Lowcock. Según el director de la oenegé Syrian American Medical Society, David Lillie, "más de 1.200 trabajadores humanitarios han fallecido en Siria desde el comienzo del conflicto en el 2011" y ha pedido que se investigen los atentados contra hospitales, ya que "Rusia tiene la capacidad para llevarlo a cabo". 

Hospitales desprotegidos

Se había aconsejado encarecidamente que las oenegés que prestan asistencia médica en Siria transmitieran su paradero para ayudar a protegerlas. "Sabemos quién tiene el control del cielo en el noroeste de Siria", ha dicho el embajador estadounidense, Jonathan Cohen, que también ha pedido a Rusia que "haga más" por la protección de los civiles. 

Por su parte, Rusia -que respalda a las fuerzas sirias en su ofensiva en el noroeste- ha negado firmemente que la campaña de bombardeos haya atacado hospitales de la región controlada por los grupos rebeldes. "Refutamos todas las acusaciones de ataques indiscriminados contra Idleb", ha dicho el general ruso, Alexey Bakin, jefe del Centro Ruso de Reconciliación. 

Moscú continúa con la operación militar que tiene como objetivo expulsar a los "terroristas" de la región de Idleb, que está cubierta por un acuerdo de alto al fuego alcanzado el año pasado entre Rusia, Irán y Turquía. En su intervención, Bakin también lamentó que la comunidad internacional no está condenando a los grupos "terroristas".  

Sin embargo, el embajador francés, François Delattre, ha alertado de que "el Centro Ruso de Reconciliación no es un actor humanitario ni una agencia de la ONU, es una rama del Ministerio de Defensa ruso, que es una parte activa del conflicto", apelando a la objetividad de sus comentarios. Alemania y Reino Unido también criticaron la intervención de Bakin y hablaron de "conflicto de intereses".