TENSIÓN EN EL GOLFO PÉRSICO

Trump aborta en el último momento un ataque a Irán en represalia por el dron derribado

Trump suspende en el último momento un ataque contra Irán

Trump suspende en el último momento un ataque contra Irán. / periodico

Idoya Noain

Por qué confiar en El PeriódicoPor qué confiar en El Periódico Por qué confiar en El Periódico

Desde que Donald Trump llegó a la presidencia de Estados Unidos ha demostrado en terrenos como la política comercial, la migratoria o la exterior algunas de sus tácticas y estrategias predilectas pero ha evidenciado también sus dilemas y su volatilidad. Ese último elemento es especialmente preocupante cuando el mandatario actúa como comandante en jefe de la mayor potencia militar del mundo. Y es el que precisamente se ha desplegado de forma alarmante en las últimas horas, cuando con la tensión con Teherán avanzando desde hace semanas en una peligrosa escalada en una de las regiones más explosivas del mundo, Trump  suspendió en el último momento un ataque militar a Irán en respuesta al derribo de un dron estadounidense.

El mismo jueves, poco después de que se abortara la operación, lo sucedido fue revelado por 'The New York Times'. El viernes Trump acudía a Twitter para dar su versión, según la cual las fuerzas militares estadounidenses estaban listas para atacar tres objetivos en Irán pero él decidió cancelar la operación 10 minutos antes de la hora prevista para el ataque.

Trump asegura que preguntó cuánta gente moriría y fue informado por “un general” de que serían aproximadamente 150 personas, lo que le llevó a determinar que “no (sería) proporcional al derribo de un dron no tripulado”. En Twitter su mensaje no dejaba claro cuándo recibió la información sobre potenciales víctimas pero en una entrevista que se emitirá este domingo ha explicado que fue en la última reunión en la que debía dar luz verde a la operación. Es cuestionable que en las discusiones con el equipo de seguridad nacional y militar no se hubieran mencionado posibles víctimas hasta momentos antes de una operación de tal envergadura y consecuencia.

No tengo prisa”, ha tuiteado también Trump, que ha defendido la eficacia que están teniendo las sanciones impuestas a Irán y también ha asegurado que el jueves “se añadieron más”, aunque ni él ni ningún departamento de su Administración han dado detalles que las confirmen.

Distintas versiones

La información oficial pública es escasa y en ocasiones contradictoria. Reuters, por ejemplo, aseguró citando una fuente iraní que Trump había enviado un mensaje a través de Omán (uno de los países que junto a Japón, Irak y Suiza actúan como intermediarios entre dos naciones sin relaciones diplomáticas) advirtiendo del ataque inminente y realizando una llamada a la negociación. Horas después, no obstante, un portavoz del Consejo Supremo de Seguridad Nacional de Teherán negó que se hubiera producido esa comunicación.

Sigue también en disputa el episodio del dron derribado. Irán insiste en que estaba en su espacio aéreo y ahora ha añadido también que iba acompañado por otra aeronave, sí tripulada, que se decidió no atacar. Washington, mientras, defiende que el dron sobrevolaba aguas internacionales.

Las pruebas que EEUU ha aportado para tratar de demostrarlo, no obstante, han tardado en llegar más que las publicadas por Irán para defender su versión y, además, contenían algunos errores a la hora de describir la ruta de vuelo del dron. De hecho, según publica 'The New York Times' citando a un alto cargo anónimo, las dudas que la propia Administración estadounidense tiene sobre si violaron el espacio aéreo iraní en algún momento fueron uno de los factores que llevaron a Trump a abortar el ataque de represalia. El jueves el mandatario, pese a lanzar un mensaje de fuerza, lo había matizado llegando a sugerir que el derribo pudo ser obra de “un general o alguien estúpido” en Irán que habría actuado por su cuenta y no por instrucciones de las autoridades iranís.

¿Determinación o indecisión?

El episodio de la operación abortada tiene varias lecturas. Por una parte apunta a que Trump sigue frenando el impulso de una respuesta militar a Irán por el que abogan varios halcones que son pesos pesados de su equipo, especialmente el secretario de Estado, Mike Pompeo; el asesor de seguridad nacional John Bolton y la directora de la CIA, Gina Haspel.

Hay, no obstante, quienes como el historiador del Consejo de Seguridad Nacional David Rothkopf identifican en lo ocurrido no una señal de contención sino “prueba de indecisión” y alertan de que “la situación sigue siendo muy peligrosa y propensa a una escalada accidental y/o a salirse de control”.

Ese temor, de hecho, ha llevado a la Administración Federal de Aviación de EEUU a prohibir a las aerolíneas comerciales sobrevolar la región, un paso que también han decidido dar compañías aéreas, incluyendo varias europeas.