LIBERTAD DE EXPRESIÓN EN RUSIA

Putin purga a altos cargos policiales por el 'caso Golunov'

El presidente ruso, Vladimir Putin.

El presidente ruso, Vladimir Putin. / periodico

Marc Marginedas

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Las cabezas ya han empezado a rodar en Rusia como consecuencia del 'caso Golunov', un burdo montaje policial para encausar por narcotráfico a un reportero de investigación molesto para el poder. El Kremlin ha anunciado este jueves la destitución del jefe de la brigada antinarcóticos en Moscú, Yuri Deviatkin, y el comisario de policía en el Distrito Oeste de la capital, Andréi Puchkov. Sus despidos estaban ya cantados desde el mismo día en que fue liberado el periodista, después de que el ministro del Interior, Yuri Kolokóltsev, anunciara que solicitaría al jefe del Estado el relevo de ambos individuos.

Además, el Ministerio del Interior ha abierto una investigación interna a los agentes involucrados en la operación, que llegaron a difundir fotografías falsas de drogas decomisadas cuya pertenencia atribuyeron al periodista Iván Golunov. Sin embargo, pese a las evidentes responsabilidades políticas de los mandos policiales y los castigos disciplinarios a los que puedan ser sometidos los participantes en la patraña policial, queda por saber desde qué instancias del poder o del alto funcionariado se 'encargó' la operación a la policía, habida cuenta de la gravedad de los asuntos de corrupción que el informador investigaba y difundía en la publicación 'online' 'Meduza'.

Destapar corruptelas de altos vuelos

Golunov prometió, nada más ser liberado, que continuaría con su trabajo de destapar corruptelas de altos vuelos. Alekséi Navalny, el bloguero anticorrupción y principal figura de la oposición, ha especulado con que la detención del reportero estuviera vinculada a un trabajo aún no publicado sobre los vinculos criminales entre miembros del Servicio Federal de Seguridad (FSB, exKGB) en Moscú y el servicio funerario para la capital y la colindante región de Moscú. Según Dmitri Murátov, exdirector de la publicación opositora Nóvaya Gazeta, un hombre que participó en las negociaciones para la liberación de Golunov, la intervención del propio presidente Vladímir Putin fue decisiva para que el asunto acabara de la forma en que ha terminado, lo que da una idea del potencial desestabilizador que percibía el Kremlin en el asunto.