Deportaciones

La ola migratoria continúa llegando a México pero su objetivo son los EEUU

Los inmigrantes principalmente centroamericanos siguen adentrándose en territorio mexicano para ir hacia el norte a pesar de los acuerdos con Trump y el eventual aumento de policías

méxico migrantes afp 1hf731

méxico migrantes afp 1hf731 / periodico

El Periódico

Por qué confiar en El PeriódicoPor qué confiar en El Periódico Por qué confiar en El Periódico

El aumento de los controles migratorios y la inminente llegada de la Guardia Nacional mexicana, atemoriza a los migrantes cuyo objetivo es llegar a los Estados Unidos, que estudian nuevas rutas para adentrarse en México y afrontan su periplo con el miedo a la deportación.

Son las siete de la mañana y una balsa se acerca sigilosa por el río Suchiate, en la frontera mexicana con Guatemala. Ocho personas, entre ellas dos mujeres y un menor, bajan atropelladamente de la rudimentaria embarcación. Yessenia García, de Chinandega, cuenta a Efe que huyó de su natal Nicaragua por el aumento de la violencia y del control policial.

"La cosa es que no se puede vivir por el régimen de Nicaragua, ya uno no puede andar en la calle. Dondequiera se aparecen los policías con unos ojos que te quieren matar", dice la mujer para denunciar al gobierno de Daniel Ortega. 

Desorientados, avanzan temerosos de que "los agarre la migra". Van "con miedo porque uno viene arriesgando la vida, en un lugar que uno ni conoce, solamente con la voluntad de Dios. Y pasando ese río sentí como que me perseguían", remarca la mujer.

Tras el acuerdo migratorio entre México y los Estados Unidos -que implica el inminente despliegue de 6.000 efectivos de la nueva Guardia Nacional mexicana en el sur- el temor se ha apoderado más de los inmigrantes que buscan cruzar Guatemala y atravesar México para llegar a los Estados Unidos.

México es peligroso

Al igual que Yessenia existen otras mujeres como Marisol Bonilla, que también protagonizan este éxodo.  Ella es una madre soltera de Honduras que viaja con su niña de escasos cinco años, que no pregunta a dónde van y parece feliz con los juegos que están en el parque a un lado del domo municipal, donde se quedan a dormir.

La mujer hondureña afirma que en su país "hay muchas manifestaciones, huelgas, no puedes sacar documentos; si alguno está haciendo negocio propio a uno le piden renta, los 'mareros' (bandas juveniles) te piden renta, entonces una emigra para acá".

Pese a que ha escuchado que México es peligroso, y que ahora los mensajes que está emitiendo el presidente estadounidense, Donald Trump, no hacen sino empeorar la situación, poco le importa al afirmar que "aquí no es más peligroso que mi país". Agrega que todos los días se llena la plaza del parque del fronterizo municipio de Suchiate, y los constantes operativos de migración los mantiene con el miedo a ser deportados.

Las rutas de cruce

La frontera sur de México es tan porosa que los migrantes, con el afán esquivar todo el despliegue militar y de llegar a los Estados Unidos, han retomado rutas muy peligrosas como la de Frontera Comalapa o la de Palenque (en el estado de Chiapas), según afirman organizaciones defensoras de derechos humanos.

Por otra parte decenas de extranjeros hacen filas kilométricas bajo el sol para estar pendientes y cumplir con los requisitos de la Comisión Mexicana de Ayuda a Refugiados (Comar) para obtener la tarjeta de visitante por razones humanitarias.

El presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, dio a conocer la creación de una "comisión especial" para atender el fenómeno migratorio en el sur y así cumplir con el acuerdo con Estados Unidos y hacer frente a la "medida unilateral injusta" de los aranceles propuestos por Trump.

El equipo está conformado por funcionarios de los ministerios del Exterior, Bienestar y Trabajo y Previsión Social. También forma parte del organismo el general Vicente Antonio Hernández Sánchez, comandante de la XXXVI Zona Militar en Tapachula, Chiapas, quien este mismo martes voló a esa ciudad para acelerar el despliegue de la Guardia Nacional.

La presencia militar

La ministra de Gobernación, Olga Sánchez Cordero, aseguró que la Guardia Nacional no será como la Patrulla Fronteriza de los Estados Unidos en la frontera sur, y solo apoyará para regular el flujo migratorio, no para frenarlo. Pero la fuerte presencia de militares y marinos ha despertado muchas suspicacias.

Además, continúan las deportaciones de migrantes por parte del Instituto Nacional de Migración (Inami), y este mismo martes las autoridades mexicanas anunciaron el retorno vía aérea de 108 hondureños, en su "mayoría familias con niños", en "condición irregular". Esta mayor publicidad de los controles migratorios, que también incluye la reciente detención de dos activistas acusados de tráfico de migrantes y la congelación de cuentas bancarias, parece estar cuajando en Estados Unidos. 

Al menos este 11 de junio, cuando el temperamental jefe de la Casa Blanca escribió en Twitter: "Triste cuando piensas en ello, pero México está haciendo ahora mismo más para Estados Unidos en la frontera que los demócratas en el Congreso". Pero también adelantó, como ya hizo 24 horas antes, que parte del acuerdo migratorio "no había sido revelado".