SENTENCIA JUDICIAL

Alemania condena a una segunda cadena perpetua al enfermero que mató a 85 pacientes

Niels Högel, el mayor asesino en serie reciente, drogaba a sus víctimas con inyecciones letales para luego reanimarlas y quedar como un héroe

Niels Högel, este jueves, durante el juicio en la localidad alemana de Olderburg.

Niels Högel, este jueves, durante el juicio en la localidad alemana de Olderburg. / periodico

Carles Planas Bou

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Quería impresionar a sus colegas pero se convirtió en un monstruo. Este miércoles Alemania ha dictado su segunda cadena perpetua contra Niels Högel, un enfermero que durante cinco años se dedicó a administrar inyecciones letales a sus pacientes para luego tratar de reanimarlos y ganarse así el aprecio de sus compañeros de profesión. Hasta 85 víctimas pesan sus manos, algo que le convierten en el asesino en serie más prolífico del país desde el final de la Segunda Guerra Mundial.

Los hechos ya eran conocidos con anterioridad. Así, el pasado 30 de octubre Högel confesó haber asesinado a casi un centenar de sus pacientes entre el año 2000 y el 2005, cuando trabajaba en los hospitales de Delmenhorst y Oldenburg. Este miércoles, el tribunal de esta ciudad ha considerado probado que el enfermero de 42 años asesinó a hasta 85 personas cuando sus teatrales maniobras fallaban.

En el último día de juicio, Högel ha querido pedir perdón “sinceramente” a los familiares de las víctimas por lo que ha descrito como unos “actos horribles”. El juez Sebastian Buehrmann, responsable del caso, ha descrito esta cadena de asesinatos que estremeció Alemania como “incomprensibles” y ha asegurado haberse sentido como un “contador de la muerte”. La sentencia se eleva a 1.275 años de pena.

Jugar al héroe

Högel seleccionaba a sus víctimas, las drogaba aplicándoles una inyección letal y cuando su cuerpo fallaba se lanzaba a reanimarlas. Según ha confesado durante el juicio, el enfermero veía en esa ‘praxis’ “una pose para infundir respeto” y cosechar los elogios de sus colegas. Si no lo lograba el precio a pagar era muy alto, pero no para él, sino para sus pacientes.

Ahora la sentencia judicial da por probado que al menos en 85 ocasiones su teatralización fracasó y terminó con una muerte. Su víctima más joven tenía 34 años mientras que la mayor era de 96. Aunque sus compañeros tuvieron sospechas no fue hasta finales del 2005 que hubo la primera denuncia de sus superiores contra él.

Tras estar casi cinco años drogando y asesinando sus pacientes para intentar ser el héroe, el caso también ha levantado sospechas contra los responsables de los hospitales donde Högel trabajó. Según han señalado medios alemanes, la proporción de muertes y reanimaciones crecieron más del doble durante los turnos en los que Högel trabajaba.

Doble condena

Por ello, Högel cumplía ya desde 2015 cadena perpetua por el asesinato de dos pacientes, por dos intentos de asesinato y dos casos de lesiones graves contra otros pacientes. Esta macrooperación judicial se inició en 2005, hace 14 años, cuando el enfermero fue cazado administrando medicación sin prescripción a un paciente. En 2008 recibió su primera sentencia a siete años de prisión por intento de asesinato.

Durante los últimos años el caso no ha parado de crecer. Los investigadores se han visto obligados a exhumar los cadáveres de hasta 134 personas enterrados en 67 cementerios de Alemania, pero también en Turquía y Polonia.

La policía cree que el enfermero mató a más de un centenar de personas, pero la incineración de muchos de los cuerpos antes de que se abriese la causa judicial han impedido poder determinar el alcance real de este escabroso caso. Varios expertos señalan que podría haber entre 200 y 300 víctimas.