EL FUTURO DE LA UE

Boris Johnson deberá ir a juicio por mentir sobre el 'brexit'

El juez dictamina la apertura de un proceso por "engañar repetidamente a la opinión pública sobre el costo de pertenecer a la UE"

El dirigente conservador Boris Johnson.

El dirigente conservador Boris Johnson. / periodico

Begoña Arce

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El culebrón del 'brexit' no tiene fin y ahora uno de sus principales protagonistas, Boris Johnson, puede sentarse en el banquillo de los acusados y acabar en la cárcel. El exministro de Asuntos Exteriores, y candidato mejor situado para suceder a Theresa May, ha sido convocado por la justicia británica, acusado de haber mentido sobre el dinero que el Reino Unido entrega a la Unión Europa y haber engañado a la opinión pública sobre el 'brexit', deliberadamente, ostentando un cargo público.

Según la acusación, Johnson habría abusado de la confianza de los ciudadanos cuando pregonó que el Reino Unido pagaba 350 millones de libras a la semana a la Unión Europea, dinero que "podía gastarse en las prioridades en este país, incluida la sanidad pública". La frase estaba incluso escrita en el autobús en el que se desplazaba en sus mítines. La grabación de aquella arenga, lanzada de viva voz, se volvió a escuchar este miércoles por todo el país, donde la noticia cayó como una bomba.

Johnson era aún alcalde de Londres cuando aceptó convertirse en el líder de la organización Vote Leave, al frente de la campaña oficial en favor del 'brexit' en el 2016. Su participación fue decisiva en lograr el 52% de la victoria. Un año más tarde reiteró el mismo mensaje durante las elecciones generales. En total se enfrenta a tres acusaciones de falsedad desde un cargo público, entre el 21 de febrero y el 23 de junio del 2016 y entre el 18 de abril y el 3 de mayo del 2017.

Irresponsable y deshonesto

La denuncia, tramitada en febrero, partió de un ciudadano particular, Marcus Bull, un empresario de 29 años, militante 'antibrexit' que reunió el dinero para iniciar el proceso contra Johnson con 200.000 libras que recaudó con un 'crowdfunding'. En el Tribunal de Magistrados de Westminster, los abogados del político conservador alegaron que el caso era un "truco", "con motivaciones políticas", presentado por el grupo Brexit Justice Limited con el fin de "socavar el resultado del referéndum del 'brexit' y evitar sus consecuencias". Pero el letrado de Bull, Lewis Power, negó que ese fuera el objetivo y acusó a Johnson de haber "mentido repetidamente y engañado a los británicos con respecto al coste de permanecer en la UE".  Una conducta "al mismo tiempo irresponsable y deshonesta", señaló. "La democracia exige responsabilidad y un liderazgo honesto por parte de quienes ostentan cargos públicos", añadió Power. "Nunca hemos mandado a la Unión Europea 350 millones a la semana. Esa es una declaración simple y sin ambigüedades".

"En el caso del aplicante hay una amplia prueba de que el demandado sabía que esas declaraciones eran falsas. Acepto que las tareas oficiales del señor Johnson le daban un estatus, pero ese estatus va a acompañado de influencia y autoridad", dictaminó la magistrada Margo Coleman. Por todo ello, concluyó Coleman, el caso merece ser considerado y Johnson enfrentarse a posibles delitos penales. "Esto significa que al acusado se le permitirá asistir a este tribunal para una vista preliminar y el caso luego será enviado al Tribunal de la Corona para juicio". Se estima que el proceso tardará aún y se celebraría dentro de al menos seis meses. Para entonces, Johnson podría ser primer ministro, pero si es considerado culpable podría ser condenado a una pena de cárcel. Sus abogados se preparan para una larga disputa de sucesivos recursos contra las posibles sentencias en su contra.

Nuevo descrédito

El proceso judicial llega en un momento catastrófico para el exministro de Asuntos Exteriores. Johnson debe concentrarse ahora en la carrera por el liderazgo conservador, que puede conducirle a la residencia oficial de Downing  Street este verano. Pero cuando el candidato se dispone a presentar su programa de futuro gobierno, el foco de la atención pública se desvía hacia la demanda judicial. "Dado que Boris Johnson aspira a ser primer ministro de este país, es justo que tenga que rendir cuentas por todas las mentiras que dijo en el 2016", declaró el diputado de los liberales demócratas Ed Davey.  La decisión judicial fue criticada, en cambio, por el exministro del 'brexit', el ultraconservador David Davies, quien considera "profundamente siniestro" que Johnson pueda ser "arrastrado" ante un tribunal. "Los defensores de le UE", señaló en un tuit, "aseguran falsamente que el voto en favor de la salida colapsará la economía. Nadie ha tomado medidas contra ellos".

Johnson está a la cabeza de las encuestas sobre los 11 aspirantes que han anunciado su candidatura al liderazgo 'tory'. Aunque por ahora sus rivales callan, sin duda utilizarán de alguna forma el embrollo en que está metido para desacreditarle. Una vez más volverán los comentarios sobre el talante del político, famoso por sus excesos verbales, de una ligereza escandalosa, propenso a los incidentes, nacionales e internacionales,  y en definitiva, un tipo poco fiar para encomendarle el Gobierno de la nación.