ELECCIONES EUROPEAS

La ultraderecha mide sus fuerzas y pone a prueba el europeísmo del club

El primer ministro húngaro, Viktor Orbán.

El primer ministro húngaro, Viktor Orbán. / periodico

Silvia Martinez

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En la última cumbre de jefes de estado y de gobierno de la UE de Sibiu (Rumanía) el presidente de Francia, Emmanuel Macron, resumía de esta forma lo que está en juego este 26M en Europa. “Más de 400 millones de ciudadanos podrán votar en unas elecciones esenciales. Se enfrentan a una alternativa clara. Votar por proyectos que quieren seguir construyendo Europa de forma diferente o proyectos que quieren destruir, desmantelar Europa y regresar al nacionalismo”. 

Sus palabras evocan un temor compartido en la UE: que ultraderecha, populistas y euroescépticos consigan dejar de lado sus diferencias y lleguen a formar un bloque unido e influyente que paralice la actividad legislativa en la Eurocámara y complique la negociación política, como ya han hecho en los últimos meses en el Consejo los gobiernos de Italia o Hungría bloqueando acuerdos en materia migratoria.

Esta última legislatura, los tres movimientos han estado divididos en tres grupos. En primer lugar, la Europa de la Libertad y la Democracia Directa (EFDD) donde comparten bancada los euroescépticos británicos, el antisistema Movimiento 5 Estrellas italiano o el partido de extrema derecha alemán AfD. En segundo, los Conservadores y Reformistas Europeos (ECR en inglés), donde se sientan los tories británicos, los conservadores polacos de Ley y Justicia (PIS), los verdaderos finlandeses o los nacionalistas flamencos de la N-VA. 

Por último, la Europa de las Naciones y Libertades con el FPO austríaco, el PVV holandés de Geert Wilders, Geert WildersReagrupamiento Nacional de Marine Le Pen o la Liga Norte de Matteo Salvini a bordo. “La derecha radical y los extremistas contaban con un total de 154 eurodiputados electos en 2014, el 20% de los 751 escaños” pero “en 2019 podrían ser entorno a 170 y representar entre el 22 y 25% de los escaños”, explica en un análisis de la Fundación Robert Schuman el profesor de la facultad de Science Po, Sylvain Kahn

El umbral del 30%

Hay estimaciones que elevan incluso ese porcentaje al 30%, el umbral a partir del cual un grupo podría empezar a paralizar y bloquear la actividad aunque “la probabilidad de que esta familia obtenga una minoría de bloqueo es casi nula”, opina Kahn. Aún así, de conformar un gran grupo podrían presidir comisiones parlamentariasliderar propuestas e informes, influir en la agenda parlamentariaacceder a más recursos e incluso en la designación de altos cargos.

Los últimos sondeos auguran que el RN de Le Pen afronta esta recta final de campaña por delante de 'En Marche' de Macron. La Liga podría hacerse con un tercio de los asientos de Italia e incluso el nuevo partido del brexit de Nigel Farage podría lograr 28 de los 73 escaños en juego en el Reino Unido, que vota este jueves. “Si toda esta gente consiguiera formar un grupo parlamentario evidentemente nos encontraríamos con el segundo grupo de la cámara pero creo que esto no va a pasar porque aunque parezcan iguales hay muchas gamas y colores”, asegura un alto cargo del Europarlamento.

Como cabeza visible de este potencial grupo destaca el ministro de interior italiano Salvini, convertido en el gran referente de la extrema derecha y capitán de la Alianza Europea para los Pueblos y las Naciones. A su llamada por la unidad de la ultraderecha y contra la inmigración y los tecnócratas de Bruselas acudieron una docena de partidos y dirigentes: Le Pen, Wilders y representantes del AfD alemán, el austríaco FPÖ, el Vlaams Belang flamenco, el Partido popular danés, el ECRE estonio, los Verdaderos Finlandeses, y otras formaciones pequeñas como el búlgaro Volya el Sme Rodina eslovaco. 

La incógnita de Orban y Vox

Hubo, no obstante, bajas destacadas. Pese a los intentos por sumar a su alianza ultra al primer ministro húngaro, Viktor Orban -suspendido de pertenencia al PPE desde marzo- y al polaco del PIS Jaroslaw Kazynski, ni uno ni otro acudieron a la simbólica foto, ni han aclarado en qué grupo militarán. Tampoco estuvo Vox que podría hacerse, según los últimos sondeos, con cuatro o cinco escaños, y que no aclarará hasta después de las elecciones el grupo en el que se integrará.

“Hace cuatro o cinco años se unieron pero eran todos marginales. Hoy tienen a varios partidos en los gobiernos y aún así todavía no pueden conseguir sumar a más partidos. ¡Esa debería ser la noticia!. ¿Significa eso que nunca van a trabajar juntos? No se pueden decir nunca en política pero aunque consiguieran unirse en el nuevo Parlamento van a estar fundamentalmente divididos”, sostiene el politólogo holandés Cas Mudde que duda de un eventual frente común por las divergencias que mantienen ante las sanciones a Rusia, la política migratoria, el comercio o el grado de integración europea

En su opinión, lo que está ocurriendo ahora es lo mismo que ocurrió en 2014 cuando quedó de manifiesto su irrelevancia en la cámara. La novedad es que, a raíz del 'brexit', todas estas formaciones ya no quieren sacar a sus países de Europa sino convertirse en una especie de caballo de Troya para cambiarla desde dentro. Ese es el elemento en común que puede hacer que las fuerzas proeuropeas se unan en torno a una gran coalición y un programa común.

Adiós al duopolio PPE/S&D

Las últimas proyecciones de Europe Elects auguran que el nuevo hemiciclo seguirá estando dominado por el PPE (173 de 751 escaños) aunque sufrirá un importante retroceso y dejará de ser el poderoso partido que ha sido hasta ahora y que le ha permitido liderar la arquitectura institucional europea con tres presidentes: Consejo (Donald Tusk), Eurocámara (Antonio Tajani) y Comisión Europea (Jean-Claude Juncker). También perderán peso los Socialdemócratas (S&D), hasta rondar los 150 escaños, aunque la brecha con los populares podría reducirse a una veintena de escaños. 

Ambas formaciones perderán por primera vez el duopolio que han mantenido y no sumarán el 50% en la cámara. Eso significa que estarán obligados a negociar con otras fuerzas para sumar mayorías. Ahí es donde podría entrar en juego una gran coalición con los dos partidos llamados a despuntar en estos comicios: la nueva alianza Liberal-'En Marche', que podría rozar e incluso superar los 100 escaños, e incluso los Verdes que podrían hacerse con entre 54 escaños y 59 escaños. 

“El Parlamento Europeo ha tenido una mayoría entre socialistas y conservadores. Hace falta una coalición más amplia donde se respeten mejor los equilibrios. Habrá que trabajar para construir esta coalición de progreso y futuro y trabajar con los socialdemócratas y una parte de los cristiano demócratas y ecologistas”, reivindicaba esta semana en el diario Le Soir, Emmanuel Macron.