Juncker entona el mea culpa ante las mentiras del 'brexit': "Me equivoqué al quedarme callado"

Jean -Claude Juncker en el Parlamento Europeo.

Jean -Claude Juncker en el Parlamento Europeo. / periodico

Silvia Martinez / Bruselas

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El presidente de la Comisión Europea, Jean-Claude Juncker, no ha hecho todavía testamento político. Probablemente lo hará durante el debate sobre el estado de la unión en septiembre, a dos meses de que expire su mandato el 31 de octubre. Sin embargo, ha aprovechado una comparecencia previa a la cumbre extraordinaria de este 9 de mayo, Día de Europa, en Sibiu (Rumanía) para hacer balance y entonar el mea culpa ante lo que considera sus dos grandes errores políticos: el escándalo del 'luxleak's durante su etapa como primer ministro de Luxemburgo y, sobre todo, haber callado ante las mentiras de los partidarios del ‘brexit’ durante la campaña antes del referéndum de 2016.

"¿Qué he hecho mal?", ha respondido a preguntas de los periodistas que le han interrogado sobre los errores cometidos en los últimos cinco años. "Puedo decírselo. Dos cosas: una personal y otra política. Cuando empecé mi mandato, apareció el asunto del 'Luxleaks' y tardé una semana en exceso en responder a eso. Tendría que haber respondido inmediatamente. Eso fue un gran error, que me tomé demasiado tiempo para responder a eso", ha admitido sobre el escándalo de los acuerdos fiscales del Ducado con grandes multinacionales y que le estalló en las manos nada más asumir la presidencia del Ejecutivo comunitario.

Su segundo error "fue escuchar demasiado atentamente al Gobierno británico, a (David) Cameron. Porque el entonces primer ministro me pidió que no interviniera, que no interfiriera en la campaña del referéndum".  "Fue un error no intervenir y no interferir. Porque habríamos sido los únicos que hubiéramos destruido las mentiras que circularon. Me equivoqué al permanecer en silencio en un momento importante”, ha añadido en relación al llamativo silencio que mantuvo la UE ante la campaña del referéndum celebrado por el Reino Unido el 23 de junio de 2016 .

Agenda estratégica europea

El ‘brexit’ ha puntualizado todavía no se ha producido –los 27 aceptaron aplazar la salida al 31 de octubre- pero según Juncker es más importante que nunca "hablar de la agenda positiva" y Sibiu será la primera parada para hacerlo, a dos semanas de las elecciones al Parlamento Europeo previstas entre el 23 y 26 de mayo y que darán el pistoletazo de salida a la renovación de la nueva cúpula que gobernará la UE durante los próximos cinco años y que obligará a escoger a un nuevo presidente de la Comisión Europea, del Consejo Europeo, del Parlamento Europeo y del Banco Central Europeo.

"Cuando propuse esta reunión no fue por casualidad. El momento es importante. A unas semanas de las elecciones europeas. Queremos transmitir un mensaje de unidad y de esperanza. Debemos demostrar que estamos decididos a trabajar juntos a favor del proyecto europeo", ha reivindicado.

El auge de los partidos populistas y extremistas en algunos países augura un nuevo Parlamento más fragmentado, con la posibilidad de convertirse en la segunda fuerza de la Cámara si lograr formar una alianza, en una carambola que funcionarios y diplomáticos descartan pero que muchos analistas políticos no ven del todo imposible. 

Plantar cara a los populistas

En este sentido, Juncker ha hecho un llamamiento a los votantes para que acudan a las urnas y planten cara a esas opciones políticas. "Debemos luchar contra los populistas, contra los extremistas, no con palabras sino con hechos", ha reclamado. 

"En los últimos días he visto que se ha comparado a (Donald) Tusk (el presidente de la UE) con Hitler y Stalin. ¿Cómo se le puede comparar? Es inaceptable. Los ataques personales no deben tener lugar en los debates políticos. Hay que luchar contra los extremistas con palabras y no hay que tener miedo al futuro", ha avisado. También ha tenido palabras para el primer ministro húngaro, Viktor Orban, cuyo partido ha suspendido como miembro del PPE tras una campaña publicitaria contra Juncker y que ha anunciado públicamente que no apoyará al candidato a presidir la Comisión Europea del PPE, el alemán Manfred Weber. “He visto que ha dicho en una entrevista que tenemos una buena relación. Me ha sorprendido” pero “siempre me sorprende”, ha reconocido. 

Pese a sus errores, Juncker mira atrás con el satisfacción de haber logrado cumplir los objetivos que marcaron al inicio de legislatura. De haber devuelto a Europa a la senda del crecimiento, el empleo y la inversión, de haber reforzado la justicia social, gestionado la inmigración –aunque la reforma de asilo sigue estancada-, de haber atenuado las amenazas contra la seguridad y de haber mantenido a Grecia dentro de la Eurozona.