CONMOCIÓN EN EL PAÍS ANDINO

El fantasma de Alan García interpela a los peruanos

perún alan garcia afp 1fq640

perún alan garcia afp 1fq640 / periodico

Abel Gilbert

Por qué confiar en El PeriódicoPor qué confiar en El Periódico Por qué confiar en El Periódico

Un fantasma recorre Perú y perturba la conciencia de sus habitantes: el de Alan García. Diez días después de su suicidio, García no solo parece haber enterrado al Apra, un partido de carácter centenario. Para muchos, el féretro de quien fuera dos veces presidente (1985-90 y 2006-11) se ha convertido en una metáfora involuntaria de toda la clase política. La muerte de “Caballo Loco”, como le decían en sus tiempos de veleidades izquierdistas, interpela a una sociedad que observa perpleja cómo todos los que gobernaron este país desde 1990, con excepción de Valentín Paniagua, mandatario interino por un año (2000-01), enfrentan difíciles situaciones judiciales.

La causa que enfrentaba a García por blanqueo de dinero se extinguió con su deceso. Pero la trama Odebrecht está lejos de silenciarse. El exrepresentante en Perú de la constructora brasileña, Jorge Barata, sigue hablando ante los fiscales y cada palabra que suelta abre la puerta de un potencial escándalo. Pero la imagen Alan con su revólver antes de tomar la decisión fatal es la que sigue en cierta medida guiando parte de los debates. Tenía nueve armas en casa: un revólver Colt .357 MAG, una carabina Colt, una pistola Derringer, una pistola FN Browning, una escopeta Winchester, una pistola Star, una pistola Baikal, una pistola Bul y un revólver Colt .38 SPL. Cinco de esos pertrechos provenían del mercado ilegal. La ilegalidad de las transacciones también está detrás de la caída final de García.

Mensajes de condolencia

Sus antecesores y sucesores en la presidencia, el prófugo Alejandro ToledoOllanta Humala, quien estuvo 300 días en prisión y es todavía investigado, así como Pedro Pablo Kuczynski, beneficiado con la prisión domiciliaria, no se privaron de enviar un mensaje condolencia por su partida. Más allá de los pésames sentidos e impostados, la gran pregunta que acompaña al espectro de García tiene que ver con la hondura de la corrupción. En rigor, el interrogante no es nuevo. De hecho satura parte del cine y la literatura.

Después del suicidio de “Caballo Loco” muchos peruanos se han puesto a revisar filmes recientes como “Caiga quien caiga”, de Eduardo Guillot Meave, basado en el libro escrito por el fiscal José Ugaz sobre la captura de Vladimiro Montesinos, el “Rasputín” del autócrata Alberto Fujimori; o “Conciencia sucia”, de Leonard Ich, que gira alrededor de los negocios oscuros de un comandante de la policía. Siempre hay un juez o un fiscal probo, como “Casos complejos”, de Omar Forero, que actúa en soledad contra delincuentes, políticos y policías. El cine, de esta manera, se anticipó a la labor de los fiscales en la extendida trama Odebrecht.

Claves ocultas

De repente, y como consecuencia del suicidio de García, la 'Historia de la corrupción en el Perú', el ensayo de Alfonso Quiroz, pasó a ser libro de cabecera de quienes tratan de entender el descalabro ético. Otros buscaron en los últimos libros de García ('Pizarro, el rey de la baraja', 'Pida la Palabra' y 'Confucio y la globalización') alguna clave oculta de su deceso. Más allá de la curiosidad coyuntural, la suerte corrida por el expresidente ha arrojado otra evidencia: la fortaleza de la economía no es incompatible con el negociado. De hecho, el segundo Gobierno de Alan estuvo marcado por un alza promedio del 8% del PIB. En los últimos diez años, el país creció a un ritmo del 6% anual y este año lo hará un 4%. Se trata de la subida más alta de toda la región. Esas cifras se opacan en medio de los expedientes judiciales de todos los gobernantes.

Nuevas amenazas

La sucesión de presidentes electos no ha sido algo natural en Perú. Solo hubo antes un periodo en la historia durante el cual seis mandatarios llegaron al poder consecutivamente por el voto. Esos 18 años, desde la asunción de Nicolás de Piérola en 1895 hasta el golpe de Estado de Óscar R. Benavides, en 1914, suelen ser conocidos como la “república aristocrática” porque las mujeres y los analfabetos no tenían el derecho al sufragio.

¿Cómo se llamará en el futuro el periodo que va desde la huida a Japón de Fujimori, a finales del 2000, a la dimisión de Kuczynski, el año pasado? La trama Odebrecht es tan vasta que hasta Keiko Fujimori, la rival de Kuczynski durante la segunda vuelta del 2016, afronta un proceso judicial. Su partido, Fuerza Popular, el más importante del Parlamento, acaba de avisar al presidente interino Martín Vizcarra que le quedan pocos días como abanderado de la lucha contra la corrupción. La congresista Yeni Vilcatoma anunció que presentará una demanda de vacancia en su contra. “Estamos en una etapa de recopilar información”, dijo, pero ya aseguró que es “muy grave” lo que tiene entre manos.

TEMAS