Las elecciones en Israel, en manos de los indecisos

Las elecciones en Israel están en manos de los indecisos. Medio millón de ciudadanos de los 6,3 millones que están llamados a votar hoy no sabe aún a quién elegirán este martes en las elecciones legislativas, según el diario 'Maariv'. "Quizás esta sea la campaña en la que he visto más indecisos", afirma el analista Moshe Gaon. Los colegios electorales ya han abierto en una jornada en la que se elegirá el próximo Parlamento (Knéset) y en la que el primer ministro, Benjamín Netanyahu, se juega la reelección.

Miles de personas reflexionan sobre la abstención. Entre ellas, parte de la comunidad palestina de Israel. Una encuesta de Abraham Initiatives indica que solo votará el 51% de los árabes -en el 2015 lo hizo el 63,7%- y que el 9,6% están indecisos. Otros ciudadanos dudan entre seguir apoyando al actual primer ministro, Binyamin Netanyahu, o dar una oportunidad a la coalición centrista Azul y Blanco, liderada por el exjefe del Estado Mayor Benny Gantz. 

Algunos se plantean traicionar a sus partidos de centroizquierda y votar con una pinza en la nariz a los blanquiazules para intentar evitar que Netanyahu consiga su cuarto mandato consecutivo y quinto en su carrera política.

Oscilación en los sondeos

A lo largo de la campaña electoral, las posiciones en los sondeos del Likud -partido líder de la derecha israelí, encabezado por Netanyahu- y de Azul y Blanco -que incluye a Telem, del exministro de Defensa Moshe Yaalon y a Hay Futuro, del extitular de Finanza Yair Lapid- han ido oscilando entre los dos primeros puestos. 

Pero casi todas las últimas encuestas daban la victoria a la coalición de Gantz, aunque preveían una mayoría de fuerzas de derechas que le impedirían formar gobierno. Netanyahu lograría sumar los 61 diputados necesarios para tener mayoría en la Kneset (Parlamento israelí) y seguir dirigiendo Israel.

A Gantz podría pasarle como a la exministra Tzipi Livni, que en el 2009 se impuso a Netanyahu por un escaño, pero ni siquiera optó a formar ejecutivo. Los analistas vaticinan una contienda electoral reñida y un triunfo ajustado del ganador. Los candidatos se han lanzado a la calle este lunes para convencer a los indecisos. Netanyahu ha recorrido el mercado de Mahane Yehuda, en el centro de Jerusalén, alertando de que "el gobierno de derechas está en peligro" y reiterando que si revalida el cargo anexionará a Israel colonias judías en Cisjordania, territorio palestino ocupado desde 1967.

El primer ministro ha pasado de apenas mencionar el conflicto con los palestinos en campaña -porque el tema no atrae a la gran masa de votantes- a usarlo como último recurso para arrancar votos ultraderechistas. Su objetivo son los colonos. 

Las autoridades israelís aprobaron el jueves pasado la construcción de más de 3.500 viviendas en colonias en Cisjordania, según la oenegé israelí Paz Ahora.

"Buscar la paz" con los palestinos

Netanyahu, que incluso ha evitado mencionar el plan de paz que su amigo Donald Trump alega estar elaborando, pretendía cerrar su campaña con un mitin en el Monte de los Olivos, en el territorio ocupado de Jerusalén Este, pero se canceló por motivos de seguridad.

El primer ministro ni siquiera ahondó mucho en la cuestión de Gaza durante la oleada de violencia que se vivió en plena campaña, sobre todo porque Gantz lo acusó de permitir la entrada en Gaza de dinero catarí para pagar a los funcionarios de Hamás. 

El general retirado se ha mostrado proclive a "buscar la paz" con los palestinos, incluyendo dentro de Israel, en un hipotético acuerdo, los grandes bloques de colonias. Este punto lo defienden los laboristas, que han mencionado un plan diplomático para poner fin al conflicto, pero no lo ven factible a corto plazo.

"No hay nada más importante en estas elecciones que acabar con la ocupación, pero en la campaña no se ha hablado de ella, ni de paz. El conflicto no se ha mencionado de forma constructiva, no se habla de la solución, solo se trata desde la perspectiva de la defensa", asegura Gaby Lasky, número 9 de la lista del izquierdista Meretz. "Gantz no ha utilizado ese vacío dejado por Bibi (apodo de Netanyahu) sobre el conflicto porque tiene miedo de que los de derechas no le voten si habla de este tema", añade Lasky.