NUEVA DENUNCIA

Las denuncias de dos mujeres ponen en duda la candidatura de Biden

Ambas acusan al exvicepresidente de EEUU de haberse comportado con ellas de forma inadecuada en actos públicos

La excandidata demócrata a vicegobernadora de Nevada Lucy Flores presenta al exvicepresidente de los EEUU, Joe Biden, en un mitin en Las Vegas, en el 2014.

La excandidata demócrata a vicegobernadora de Nevada Lucy Flores presenta al exvicepresidente de los EEUU, Joe Biden, en un mitin en Las Vegas, en el 2014. / periodico

Ricardo Mir de Francia

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Joe Biden lleva meses rumiando su candidatura a la presidencia de Estados Unidos. Las encuestas le sitúan primero en intención de voto para las primarias demócratas que disputarán una quincena de candidatos. Y cuando todo parece preparado para que el que fuera vicepresidente de Barack Obama formalice sus aspiraciones, el pasado ha llamado a su puerta para cuestionar su comportamiento con el sexo opuesto. Dos mujeres han acusado a Biden de tratarlas con excesiva intimidad, un comportamiento que las hizo sentirse incómodas. No es la primera vez que se cuestionan las formas del exsenador de 76 años, muy físico en sus interacciones personales, pero esta vez llegan en plena era #MeToo, un momento de baja tolerancia hacia los comportamientos sexistas e inadecuados. 

Nadie ha acusado hasta el momento a Biden de agresión sexual. La denuncia es mucho más sutil. “Me puso la mano alrededor del cuello y me empujó hasta que se tocaron nuestras narices”, ha dicho Ammy Lappos refiriéndose a su encuentro con el vicepresidente durante un evento de recaudación de fondos celebrado en el 2009. “Mientras me empujaba pensaba que me iba a besar en la boca”. Lappos sostiene que el gesto nunca llegó a ser sexual, pero le hizo sentirse incómoda. “Hay un límite para la decencia. Un límite para el respeto. Y cuando lo cruzas no te estás comportando como un abuelo cariñoso. No es cultural. No es afectuoso. Es sexismo o misoginia”, le ha dicho Lappos a un diario local. 

Internet está lleno de vídeos con escenas semejantes de Biden, un político campechano e ideológicamente centrista, propenso a los abrazos afectuosos y el cuchicheo al oído en una cultura donde el espacio vital es sagrado. Algunos le han rebautizado despectivamente como “el asqueroso tío Joe” “el presidente del vicio”. Pero el demócrata se ha defendido diciendo que, a pesar de haber de los incontables apretones de manos, abrazos y expresiones de afecto y confort hechas a lo largo de su carrera, nunca se comportó inadecuadamente. “Si alguien sugiere lo contrario escucharé respetuosamente. Nunca fue mi intención”, dijo en un comunicado. 

Versiones opuestas

Sus problemas empezaron la semana pasada, cuando Lucy Flores, una excongresista estatal demócrata de Nevada, contó en un artículo lo mal que se sintió cuando Biden se aproximó a ella durante un acto de campaña en 2014 y la cogió por los hombros. “Sentí que se iba acercando por detrás. Se inclinó un poco más y me olió el cabello. Me sentí mortificada”, escribió en la revista New York. “Procedió a darme un gran beso muy lento en la parte de atrás de la cabeza. Mi cerebro no pudo procesar lo que estaba pasando. Me quedé avergonzada. En shock. Confundida”, añadió Flores. 

En medio de la polémica, Biden ha recibido el respaldo de Stephanie Carter, la mujer del exsecretario de Defensa Ashton Carter, a la que Biden trató de forma muy afectuosa durante la jura del cargo de su marido en el 2015. Ha explicado que aquel día estaba muy nerviosa y el gesto del vicepresidente, que la cogió por los hombros y le agradeció al oído que permitiese a su marido aceptar el cargo, la ayudó a vadear la dificultad del momento.