Para promover la "planificación familiar"

El Gobierno de EE.UU. subvenciona con 1,7 millones a organización antiaborto

Ese dinero se destinará a las clínicas de Obria Group en California

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El Periódico/EFE

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El Gobierno de Estados Unidos anunció el viernes una nueva ronda de subvenciones a centros de salud, destinada a promover la "planificación familiar" y en la que destacan los 1,7 millones de dólares concedidos a una organización con vínculos religiosos que se opone al aborto.

Esos 1,7 millones se destinarán a las clínicas de Obria Group en California, lo que ha llamado la atención de la prensa local por el marcado carácter antiabortista de la entidad receptora.

La consejera delegada y fundadora de Obria, Kathleen Bravo, se define a sí misma en la página web de la organización como una "pionera" y alguien que ha servido "con coraje el apostolado provida en Oklahoma y California desde 1981".

"Muchas mujeres quieren tener la oportunidad de visitar un centro de salud integral y profesional -no una clínica abortista- para sus cuidados de salud, y esta subvención les permitirá llevar a cabo esa elección", se felicitó Bravo en un comunicado al conocerse la adjudicación gubernamental.

Los 1,7 millones del Gobierno federal destinados a Obria se repartirán entre 7 clínicas de California que o bien son propiedad de la organización o bien están afiliadas a ella, y el grupo aseguró que el dinero no se destinará en ningún caso a pagar por métodos anticonceptivos (dos de sus clínicas ofrecen estos métodos).

Las clínicas de Obria ofrecen test de embarazo, asesoramiento a embarazadas, cuidados prenatales, pruebas del VIH y de cáncer, cuidados para el bienestar femenino, ayuda para padres adoptivos y apoyo emocional para después de un aborto, entre otros servicios.

En febrero, el Gobierno inició el proceso para excluir de la financiación pública a las clínicas de planificación familiar que ofrecen abortos o desvían esos procedimientos a otros especialistas, en un gesto hacia su base electoral más conservadora.

La norma afecta directamente a Planned Parenthood, el mayor grupo de planificación familiar de EE.UU. y que, sin ánimo de lucro, ofrece asesoramiento sobre anticonceptivos, tratamiento para enfermedades de transmisión sexual, pruebas para la detección del cáncer y practica abortos.

Planned Parenthood se ha convertido en blanco de ataques por parte de grupos contrarios al aborto y que votaron a favor de Donald Trump en las elecciones presidenciales de 2016.