CONCLUSIONES DE LA INVESTIAGACIÓN

El informe de Mueller concluye que nadie de la campaña de Trump conspiró con Rusia

El informe tampoco concluye que cometiera un delito de obstrucción a la justicia, pero no llega a exonerarle

El informe del fiscal especial Robert Mueller no halla pruebas que incriminen a Trump

El informe del fiscal especial Robert Mueller no halla pruebas que incriminen a Trump (en la foto). / periodico

Ricardo Mir de Francia

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Después de casi dos años de investigación, Estados Unidos ya tiene respuestas a las principales preguntas que han dominado la vida política del país desde que Donald Trump accedió a la presidencia. De acuerdo con las conclusiones del informe del fiscal especial Robert Mueller, ni Trump ni su campaña conspiraron con Rusia para interferir en las elecciones del 2016 que le llevaron a la Casa Blanca. Algo menos categórico es el dictamen respecto a un posible delito de obstrucción a la justicia para entorpecer las pesquisas. El informe “no concluye que el presidente haya cometido un crimen, pero tampoco le exonera”, dice dejando la cuestión abierta. Este desenlace supone una victoria casi completa para Trump, que ha vivido bajo un permanente halo de sospecha desde que llegó al poder, a pesar de que sus problemas judiciales están lejos de haber terminado. 

Las conclusiones del informe han sido redactadas por el fiscal general William Barr, quien recibió el viernes el documento confidencial elaborado por Mueller y su equipo de juristas. En lo fundamental son una reivindicación del presidente, que no ha dejado de referirse a la investigación como una “caza de brujas”, a pesar del más del centenar de contactos documentados entre su campaña y ciudadanos rusos vinculados al Kremlin. Trump ha repetido en infinidad de ocasiones que no hubo colusión con la trama, una postura que ha refrendado ahora Mueller, una de las figuras más respetadas en Washington. “La investigación no ha encontrado que la campaña de Trump ni nadie asociado con ella conspirara o se coordinara con Rusia en sus esfuerzos para influenciar las elecciones del 2016”, dice el informe. 

También añade que no hay pruebas de conspiración “a pesar de las múltiples ofertas de individuos afiliados con Rusia para ayudar a la campaña de Trump”. Sus allegados las escucharon ávidamente, como se desprende de reuniones como aquella mantenida en la Trump Tower con una abogada rusa, aunque Mueller no ha considerado que esa actitud y esos contactos bastaran para ser constitutivos de delito. Tras dos días de silencio, que ha pasado fundamentalmente jugando al golf en su residencia de Florida, el presidente ha celebrado la noticia desde las redes sociales. “Ni colusión, ni obstrucción. Completa y total exoneración. Mantengamos a América grande”, ha dicho en Twitter. 

Como suele pasar con las interpretaciones de Trump, esta tampoco no acaba de ajustarse a la realidad porque el informe es bastante ambiguo en lo que respecta a un posible crimen de obstrucción a la justicia.  Barr sostiene en sus conclusiones que las pruebas obtenidas por Mueller durante su investigación “no son suficientes para establecer que el presidente cometiera un delito de obstrucción”, pero tampoco le exoneran porque el fiscal especial no llegó a tomar una decisión en un sentido u otro. “El informe presenta pruebas de ambos lados y deja la cuestión irresuelta”, afirma. Eso significa que queda ahora en manos de Barr y su lugarteniente en el Departamento de Justicia, Rod Rosenstein, la decisión de decidir si Trump pudo haber cometido un delito.  

También deja la puerta abierta para que los demócratas exploren todavía más esta vía en las múltiples investigaciones que han abierto contra el presidente desde la Cámara de Representantes. Los rivales de Trump reclaman que el informe de Mueller se haga público al completo y quieren también que comparta con el Congreso las pruebas y la montaña de material obtenido por sus investigadores. “Tiene que haber completa transparencia respecto a lo que Mueller descubrió para no exonerar al presidente de haber cometido irregularidades”, afirmó el presidente del Comité Judicial de la cámara baja, Jerry Nadler. “El Departamento de Justicia le debe al público algo más que una breve sinopsis y la decisión de continuar con su trabajo”. 

Desde el bando republicano se han celebrado las conclusiones del trabajo de Mueller, que ha imputado a más de media docena de allegados del presidente durante los dos últimos años, muchos de ellos ya condenados, lo que demuestra como como mínimo que Trump se rodeó de personajes sin escrúpulos, algunos de ellos redomados criminales. “Ni colusión ni obstrucción. La nube que colgaba sobre el presidente ha desaparecido con este informe”, ha dicho el senador Lindsey Graham

Aunque Trump seguirá siendo investigado desde múltiples ángulos, este desenlace le servirá para presentar esas pesquisas como una persecución política, una percepción que ya compartían en las encuestas casi la mitad de los estadounidenses. Sus opciones para ser reelegido acaban de ganar unos cuantos enteros.