RESISTENCIA HOLANDESA

Las Oversteegen, dos hermanas que seducían y mataban nazis

Miembros de la resistencia comunista en los Países Bajos de apenas 15 años lucharon contra los invasores saboteando operaciones y liberando a niños judíos prisioneros

Freddie y Truus Oversteegen, cuando fueron condecoradas por su valentia en la segunda guerra mundial.

Freddie y Truus Oversteegen, cuando fueron condecoradas por su valentia en la segunda guerra mundial. / periodico

Carles Planas Bou

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Haarlem, 1941. El yugo nazi ya pesa sobre todo los Países Bajos. Es de noche y el bar de esta ciudad holandesa se llena de soldados y oficiales de la Wehrmacht dispuestos a pasar un buen rato. Tres niñas de apenas 15 años entran en la taberna, se sientan con los militares y los seducen. Es un escenario ideal. Embriagados de poder, los nazis acceden a su petición de ir a pasear por un bosque que se convertirá en su tumba.

Podría parecer una escena eliminada de Shosanna Dreyfus en ‘Inglorious Basterds’, pero fue una realidad para Freddie Oversteegenicono de la resistencia holandesa. Nacida en 1925 en el seno de una familia de clase trabajadora, se impregnó de los ideales comunistas de su madre, Trijntje, quien la crió a ella y a su hermana mayor Truus en solitario después de divorciarse. Cuando los nazis invadieron su país en mayo de 1940, la familia Oversteegen acogió en su casa a un grupo de judíos. “Había camiones en la calle llenos de cadáveres”, contó Freddie en una entrevista. “Fue terrible”, añadió.

El impacto de la ocupación nazi lanzó a esta chiquilla y a su hermana a la acción. Junto a su madre empezaron a repartir por la ciudad un diario izquierdista censurado y panfletos antifascistas que pedían la liberación de los Países Bajos. Poco después, el comandante Frans van der Wiel les llamaría a unirse al grupo de resistencia comunista ‘Raad van Verzet’. No dudaron. Freddie tenía entonces 14 años; Truus, 16.

Liquidados en el bosque

Tras aprender a disparar y a sobrevivir en la clandestinidad, las hermanas Oversteegen se paseaban en bici por Haarlem, con una pistola en la cesta. Una de las misiones que llevaban a cabo era la del bar. Confiados, los soldados nazis y sus colaboradores holandeses se dejaban seducir. Una vez en el bosque, los “liquidaban”. “Teníamos que hacerlo. Era un mal necesario” explicó Freddie antes de fallecer en septiembre del año pasado, un día antes de celebrar su 93 aniversario. “No le disparas a un hombre en primer lugar, le disparas al enemigo”. Truus falleció en 2016.

En 1943 una chica de pelo rojo se unió a esa célula de resistencia comunista, formada por las tres chicas y cinco hombres. Era Hannie Schaft, probablemente la combatiente antifascista más conocida de los Países Bajos. Juntos se convirtieron en un pequeño problema para los invasores. Escondieron a disidentes, ayudaron a niños judíos a escapar del país, hicieron explotar vías de tren y puentes que proporcionaban munición a la Wehrmacht desde Alemania e incluso consiguieron izar una bandera comunista en la sede del partido nazi en Utrecht en el día del trabajador.

Noches en vela

Todo ese plan de sabotaje no fue nada fácil para las hermanas Oversteegen. “Uno lo pierde todo, envenena todas las cosas bonitas de la vida”, explicó Truus sobre el sentimiento de haber matado a alguien. Noches en vela, lágrimas y una sensación de amargura. “Yo misma les disparé y les vi caer. Y lo que quieres es ayudarles a levantarse”, aseguró, Freddie.

Ambas sobrevivieron a la guerra. Truus se convirtió en artista y escribió unas memorias sobre su periplo. Freddie se casó y tuvo tres hijos. Hannie Schaft no tuvo la misma suerte y, a penas 18 días antes de la liberación de los Países Bajos, fue capturada, torturada y ejecutada por los nazis. Tenía 24 años. Orgullosas de ese “acto de justicia histórica” que también las persiguió por el resto de sus vidas, las hermanas Oversteegen quisieron dejar claro que no fueron heroínas, “solo hicimos lo correcto”. Un grano de arena contra la maquinaria fascista, un acto de resistencia. Subestimar a las mujeres fue un grave error para los nazis.