Cuba aprueba en referéndum con más de 73% de los votos la nueva Constitución

Los cubanos, según estimaciones oficiales dadas a conocer de manera preliminar, dieron el “Sí” a una nueva Constitución que aprobaron, alertados de antemano y a modo de cortapisa, de que el socialismo es irrevocable, así como que el Partido Comunista seguirá siendo de por vida la “única fuerza rectora de la sociedad” y de que su primer secretario seguirá siendo la máxima figura política de la nación, amén de que no habrán elecciones directas, entre otros detalles.

La nueva Carta Magna fue acatada por el 73, 31% de los votos, es decir, 6.816.169 de los 8,6 millones de electores que ejercieron el domingo su derecho al voto, luego de un exuberante barraje propagandístico con el lema “Yo voto Sí”, que literalmente inundó un país donde está prohibida todo otro tipo de manifestación, y será promulgada en una fecha todavía indecisa para suplantar a la vigente de 1976.

Estos resultados fueron hechos públicos por la Comisión Electoral Nacional (CEN) el lunes,  20 horas después del cierre de las urnas. Por el "no" optaron 706.400 cubanos, es decir, el 9% de las papeletas escrutadas. El CEN cifró en 198.674 los votos en blanco, el 2,53%, y los votos nulos, que algunos entiende como señal de protesta, alcanzaron la cifra de 127.100, equivalente al 1,62 % del total.

Mandatos limitados

Estas cifras resultan muy significativas toda vez que esta Constitución no fue ratificada por más del 10% de los electores y más de un 20% de los votantes, si se compara con la anterior Ley Fundamental refrendada por el 97%, con una abstención del 2%, siempre según los datos oficiales.

La Carta Magna incluye que se establezcan las figuras del presidente de la República y primer ministro, y delimita a dos mandatos presidenciales consecutivos cuando en tiempos de Fidel Castro llegaron a cerca de 60 años, pero sigue siendo el primer secretario del partido la fuerza política fundamental de la nación, lo que indica que los 671.344 militantes con que cuenta el Partido Comunista de Cuba, según la cifra del 2015, tienen el peso decisivo sobre la mayoría de la población.

El documento reconoce legalmente por primera vez en casi 50 años la propiedad privada, el mercado y la inversión extranjera, introducidas por Raúl Castro, que sucedió a su hermano en el poder. El texto no recoge, como si hacía la anterior, la amistad eterna con la Unión Soviética o lo que sería Rusia hoy.

Por otro lado, incluye varias contradicciones. Una de ellas es que fija el derecho a la libre expresión pero subraya que todos los medios están y seguirán estando en manos del Gobierno. Por primera vez, un número muy considerable de ciudadanos se valieron de las redes sociales -de limitado acceso en la isla- para expresar su desacuerdo con la propuesta gubernamental.