Nueve personas ahorcadas en Egipto por el asesinato de un fiscal general

Las autoridades de Egipto han ejecutado este miércoles a nueve personas condenadas a la horca por su implicación en el asesinato del fiscal general Hisham Baraka, en el 2015, según ha informado una fuente del ministerio del Interior egipcio a algunos medios de comunicación.

El pasado noviembre, el Tribunal de Casación confirmó la sentencia a la horca contra los nueve acusados, que fueron condenados en primera instancia en 2017. La misma corte condenó a otros catorce reos a penas que oscilan entre los 3 y 25 años de prisión por su implicación en el asesinato de Barakat, el primero de un alto funcionario en Egipto en el último cuarto de siglo.

Barakat también fue el funcionario de mayor rango asesinado desde que los militares encabezados por el general Abdelfatá al Sisi, el actual jefe de Estado egipcio, derrocaron en verano de 2013 al presidente islamista del país, Mohamed Mursi, elegido en unos comicios democráticos.

La ejecución se ha llevado a cabo este miércoles por la mañana en una prisión de El Cairo en presencia de un miembro de la Fiscalía General, un médico forense, un imán y policías de la Administración de Prisiones.

Acusación contra los Hermanos Musulmanes

Los reos ejecutados han sido identificados por la fuente del ministerio del Interior como Ahmed Taha, Abu Alqasem Ahmed, Ahmed Yamal Hiyazi, Mahmud Alahmadi, Abubakr Alsayed, Abdulrahman Suliman, Ahmed Mohamed, Ahmed Mahrus Sayed e Islam Mohamed. La misma fuente ha señalado que las autoridades han pedido a las familias que recogieran los cuerpos de los ajusticiados en una morgue de El Cairo.

El fiscal general falleció el 29 de junio de 2015, a los 65 años, por un atentado con un coche bomba, detonado por control remoto al paso de su convoy en el barrio de Masr al Gedida, en el noreste de la capital egipcia.

Las autoridades egipcias inculparon entonces al grupo islamista Hermanos Musulmanes y al movimiento palestino Hamás de ser los responsables del atentado.

Barakat había sido nombrado para el puesto en julio de 2013, después del derrocamiento de Mursi, y había presentado ante la justicia a miles de islamistas en sus dos años en el cargo.

Confesiones bajo tortura

Un total de 15 personas han sido ejecutadas en Egipto desde principios de año. Tres fueron ahorcados a principios de este mes por su participación en el asesinato en 2014 del hijo de un juez en la ciudad de Mansoura, en el Delta del Nilo. Los tres pertenecían presuntamente a los Hermanos Musulmanes, grupo prhibido en Egipto desde finales del 2013. Las autoridades ejecutaron a otros tres egipcios por haber asesinado supuestamente  a un oficial de policía en El Cairo en septiembre de 2013. 

Los grupos de defensa de los derechos humanos han condenado las ejecuciones y han denunciado que los hombres fueron sentenciados a muerte por confesiones obtenidas bajo tortura. 

Amnistía Internacional (AI) pidió el martes a Egipto que detuviera las últimas ejecuciones, diciendo que algunos acusados señalaron que confesaron después de sufrir terribles torturas. "No hay duda de que hay que procesar y responsabilizar a los implicados en ataques mortales por sus acciones, pero ejecutar a presos o condenar a gente basándose en confesiones obtenidas bajo tortura no es justicia", ha afirmado Najia Bounaim, de AI.

Desde que Sisi llegó al poder, las autoridades egipcias han lanzado una campaña masiva de persecución y arresto de miles de personas que ha afectado principalmente a los islamistas, pero también a grupos laicos y de izquierdas que apoyaron la Revolución de 2011 contra el entonces presidente Hosni Mubarak y que han sido reprimidos duramente por sus críticas al régimen de Sisi.