LA CARRERA A LA CASA BLANCA

El socialista Bernie Sanders se postula por segunda vez a la presidencia de EE UU

El veterano senador parte con más músculo financiero y organizativo que sus rivales a la nominación demócrata

Bernie Sanders

Bernie Sanders / periodico

Ricardo Mir de Francia

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Bernie Sanders volverá a competir por la nominación demócrata a la presidencia de Estados Unidos tras perderla en 2016 contra Hillary Clinton por un margen mucho más estrecho de lo que casi todo el mundo esperaba. El senador independiente por Vermont es un socialdemócrata declarado, apegado a la vieja tradición del populismo estadounidense y con un discurso centrado en la desigualdad económica, la precariedad laboral y la influencia desmedida de los grandes intereses en el sistema político norteamericano. Pero ya no es el quijote desconocido de la última campaña. Bernie parte esta vez con más músculo financiero que todos sus rivales demócratas, con un engranaje organizativo en los 50 estados y con una legión de seguidores extremadamente motivados. 

Con Sanders son ya 12 los candidatos demócratas que aspiran a disputarle la presidencia a Donald Tump en 2020. Una larga lista que incluye a otros populistas de izquierdas inspirados por sus ideas, como Elisabeth Warren Tulsi Habbard; centristas como Amy KlobucharJulián Castro Pete Buttigieg; o progresistas en la vena de Barack Obama como Kamala Harris Cory Booker. No se descarta que acaben postulándose también el exvicepresidente Joe Biden, el tejano Beto O’Rourke o el multimillonario Michael Bloomberg. De todos ellos, el que cuenta con más respaldo en las encuestas es Biden. Su ventaja a estas alturas es abismal, aunque se explica en gran medida por el desconocimiento que otros candidatos generan entre el gran público. 

Aunque Sanders vuelva a perder, podría argumentarse que ya ha ganado políticamente antes de empezar. Las propuestas que abanderó en 2016 han sido abrazadas por amplios sectores del Partido Demócrata y se han hecho un hueco en el 'mainstream' político. Desde la sanidad pública universal y las universidades públicas gratuitas, a un salario mínimo de 15 dólares la hora o un agresivo programa para combatir el cambio climático. “Cuando presentamos estas ideas hace tres años nos dijeron que eran radicales y extremas”, dijo Sanders a sus seguidores en un correo para anunciar su candidatura. “Pues bien, todas estas políticas y otras más tienen hoy el apoyo de la mayoría de estadounidenses”. 

Su camino hasta la nominación no será fácil. Bernie tiene 77 años, una edad que le convierte en uno de los candidatos más viejos en competir nunca por la presidencia, y durante la campaña de 2016 demostró tener muchos problemas para conectar con el electorado afroamericano, uno de los pilares del voto demócrata. También tendrá que vencer al estigma que la etiqueta del “socialismo” sigue arrastrando en EE UU, una baza que están explotando los republicanos para demonizar a sus rivales y presentarlos como peligrosos radicales que quieren convertir al país en otra Venezuela. Bernie sostiene que su modelo es la socialdemocracia europea.

Otra de las grandes incógnitas pasa por ver la postura que adoptará el Comité Central del Partido Demócrata, que hace tres años maniobró en secreto para socavar la candidatura de Sanders, un escándalo que provocó eventualmente la dimisión de su presidenta. De lo que no hay duda, es que el veterano senador, nacido en Brooklyn en el seno de una familia judía, no va a eludir el cuerpo a cuerpo con Trump. “El actual ocupante de la Casa Blanca es una vergüenza para nuestro país. Creo que es un mentiroso patológico, racista, sexista, homófobo y xenófobo”, le ha dicho a una emisora de Vermont.