Siete diputados laboristas dejan el partido por discrepancias con Corbyn sobre el 'brexit'

El diputado laborista Chuka Umunna, uno de los siete que han dejado el partido,

El diputado laborista Chuka Umunna, uno de los siete que han dejado el partido, / periodico

Begoña Arce

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Siete diputados británicos abandonaron el lunes el Partido Laborista, proatgonizando la mayor ecisión desde la década de los 80, cuando se creó el Partido de los Liberales Demócratas. La ruptura es consecuencia de discrepancias con la línea de radicalismo izquierdista impuesta por el líder, Jeremy Corbyn, las diferencias sobre la gestión del ‘brexit’ y el "antisemitismo institucionalizado" en el partido.

 Chuka Umunna, Luciana Berger, Chris Leslie, Angela Smith, Mike Gapes, Gavin Shuker y Ann Coffey, han formado un grupo independiente en la Cámara de los Comunes. Por el momento descartan constituir una nueva formación, pero Umunna, uno de los parlamentarios más preminentes, pidió a otros diputados, laboristas y de otros partidos, que se unan a ellos. "La política está rota y no tiene porque ser así. Cambiémosla", declaró en el acto conjunto organizado por los siete, donde se oyeron toda clase de recriminaciones contra Corbyn.

Antisemita racista

"Me daba vergüenza y sonrojo el permanecer en el Partido Laborista", afirmó una diputada. "Me enferma que el Partido Laborista sea ahora un partido antisemita racista y la falta completa de liderazgo, en el momento en que nuestro país más lo necesita", afirmó otro de los parlamentarios.

"Estoy furioso al ver que el liderazgo laborista está felicitándose por el ‘brexit’", señalaba un tercero”. Chris Leslie llegó a afirmar que sería, "irresponsable" el permitir que Corbyn pudiera ser primer ministro. En un comunicado, Corbyn se declaró "decepcionado" por la decisión de unos diputados, "incapaces de continuar trabajando juntos en las políticas que inspiraron a millones en la pasada elección y supuso el mayor incremento en el porcentaje (de votos) desde 1945".

Persecución y acoso

Al jefe de los laboristas se le reprocha el no haber atajado con la contundencia necesaria los brotes y acusaciones de antisemitismo en el seno de la formación. También su confusa posición sobre la salida del Reino Unido de la Unión Europea. Pero si el ‘brexit’ y la negativa de Corbyn a respaldar un segundo referéndum ha precipitado la ruptura, el malestar es mucho más profundo. 

La ideología y retórica contra Occidente de Corbyn, el apoyo a la Venezuela de Chávez y de Maduro, su oposición a la OTAN, su desdén de por empresas y negocios y sus programas económicos irrealistas son inaceptables para quienes querrían ver al partido en un espectro político más centrista. Según sus detractores, Corbyn ha transformado el Partido Laborista en una formación intolerante, en la que se persigue, acosa y trata como traidores a los que disienten con el líder.