CRISIS EN EL REINO UNIDO

La votación final del acuerdo del 'brexit' podría aplazarse hasta finales de marzo

May pide más tiempo para negociar con la UE y Corbyn le acusa de "chantajear" a los diputados

May, durante el debate sobre la moción de censura contra ella en el Parlamento británico, en la Cámara de los Comunes, el 16 de enero del 2019.

May, durante el debate sobre la moción de censura contra ella en el Parlamento británico, en la Cámara de los Comunes, el 16 de enero del 2019. / periodico

Begoña Arce

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El voto final del acuerdo sobre el 'brexit' en el Parlamento británico podría aplazarse hasta pocos días antes de la fecha oficial de salida del Reino Unido de la Unión Europea, fijada para el 29 de marzo. En una nueva comparecencia el martes en la Cámara de los comunes para informar de la marcha de las conversaciones sobre el ‘brexit’, Theresa May volvió a dilatar peligrosamente los plazos y pidió más “tiempo” para discutir con la UE las modificaciones del acuerdo necesarias para que sea respaldado por los parlamentarios. “Cuando logremos hacer el progreso que necesitamos presentaremos otra votación decisoria (‘meaningful vote’)”, señaló la May.

Chantaje

Su declaración, cuya falta de contenido y novedades puso en evidencia el estancamiento de la crisis, le valió ser acusada por el líder de la oposición, Jeremy Corbyn, de tratar de “chantajear” a los diputados. “Da la impresión de que la única táctica de verdad de la primera ministra es dejar correr el reloj, con la esperanza de chantajear a los miembros de esta Cámara para que apoyen un acuerdo profundamente defectuoso”, le reprochó el jefe de los laboristas. “Está jugando con el tiempo, jugando con los puestos de trabajo de la gente, con nuestra economía, la seguridad y el futuro de nuestras industrias”.

Apurar el calendario

La estrategia de May de prolongar la incertidumbre está conduciendo la crisis al borde del abismo. A menos de siete semanas del ‘brexit, su idea es apurar al máximo el calendario.  La votación final del acuerdo podría tener lugar después de la cumbre de la UE prevista para el 21 y 22 de marzo. La oferta final en esa cumbre podría ser la de extender durante un plazo breve de tiempo el Artículo 50. La semana siguiente habría en el Parlamento de Westminster el voto decisivo. En ese punto, a los diputados solo les cabrá elegir entre aceptar el mismo acuerdo suscrito por los Veintisiete, que rechazaron masivamente en enero, o la catastrófica perspectiva de una salida sin pacto alguno. Esta última posibilidad no es en absoluto descartable.  

La líder de la Cámara de los Comunes, Andrea Leadsom, una de las voces de los ‘brexiteers’ en el Gobierno, admitió el martes que ese calendario es posible. “Es una negociación. No se puede predecir el futuro. Pero el voto decisivo tendrá lugar nuevamente en el Parlamento tan pronto como el problema de la salvaguarda (frontera en Irlanda del Norte), haya sido resuelto”. Las nuevas citas anunciadas por May incluyen un debate el 26 de febrero y una votación, al día siguiente, de posibles enmiendas a la moción del Gobierno, que servirán para volver a calibrar el sentir de los diputados. Un portavoz en Downing Street desmintió que la primera ministra tuviera intención de dimitir este verano, una vez completado el ‘brexit’, tal y como había publicado el diario 'The Sun'.

Riesgo para el comercio global

Ante un grupo de líderes de la City, el gobernador del Banco de Inglaterra, Mark Carney, advirtió de que el ‘brexit’ puede ser un desencadenante de conflictos comerciales que pongan en peligro la economía global. Una salida sin acuerdo sería una “prueba decisiva” para el futuro del comercio global y las cosas “pueden salir bastante mal”. “Existe un riesgo de que los países giren hacia adentro, rebajando crecimiento y prosperidad para todos”, afirmó. La confusión e incertidumbre del ‘brexit’ ya ha tenido repercusiones negativas en la economía británica y, según Carney, el resto del mundo corre el peligro de tomar el mismo camino. “La prolongación de la incertidumbre en el comercio global puede limitar la expansión global. Contrariamente a lo que hemos escuchado, no es fácil ganar una guerra comercial”.