TENSIÓN BILATERAL

Conflicto diplomático entre Italia y Francia por los 'chalecos amarillos'

París habla de "injerencia inaceptable" del Gobierno italiano y de una situación "sin precedentes desde el final de la guerra"

El vicepresidente del Consejo italiano, Luigi di Maio.

El vicepresidente del Consejo italiano, Luigi di Maio. / periodico

Eva Cantón

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Francia e Italia se encaminan hacia una crisis diplomática sin precedentes desde el final de la segunda guerra mundial. El Gobierno italiano ha ido demasiado lejos en su apoyo entusiasta a los chalecos amarillos y el presidente francés, Emmanuel Macron, ha dado un golpe en la mesa para advertirle de que no admitirá injerencias en los asuntos domésticos.

París ha decidido llamar a consultas a su embajador en Roma por las "acusaciones repetidas, los ataques sin fundamento y las declaraciones exageradas" que lanzan desde hace meses algunos miembros del Ejecutivo transalpino, según ha anunciado la portavoz del Quai d’Orsay, Agnès Von Der Mühll, en un comunicado que deja pocas dudas sobre el nivel de cabreo de las autoridades francesas.

Discrepancias reiteradas

Las discrepancias entre los dos países fundadores de la Unión Europea, especialmente en política migratoria, han sido la tónica desde la llegada de los populistas al Ejecutivo italiano.

El presidente francés –que se ha erigido en portavoz del campo progresista europeo- mantiene un pulso casi personal con el ministro del Interior, Matteo Salvini, para quien Macron encarna el adversario a batir en las elecciones europeas de mayo. En ese contexto, la crisis social abierta por el movimiento de los chalecos amarillos ha dado a Roma nueva munición contra Macron.

A principios de enero, el vicepresidente del Consejo italiano, Luigi Di Maio, del antisistema Movimiento 5 Estrellas, había animado a los chalecos amarillos a no decaer y llegó incluso a ofrecerles apoyo logístico. Este miércoles, se reunió en la periferia parisina con varios candidatos de la lista del movimiento de protesta que podrían presentarse a las europeas y tuiteó lo siguiente junto a una foto del encuentro: "El viento del cambio ha traspasado los Alpes". Una injerencia que París ve como "una provocación añadida e inaceptable".

Situación grave

También Salvini dijo recientemente que esperaba que el pueblo francés se librara pronto "de un muy mal presidente". "Tener desacuerdos es una cosa, instrumentalizar la relación con fines electorales, es otra. Todos estos actos crean una situación grave que interroga sobre las intenciones del Gobierno italiano respecto a su relación con Francia", añade el Quai d’Orsay.

Después del anuncio de que Francia retiraba a su representante diplomático en Italia, tanto Matteo Salvini como Luigi di Maio se han mostrado dispuestos a dialogar con el Ejecutivo francés y han declarado en un comunicado que no quieren ningún conflicto con París.

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