UN DIVORCIO COMPLICADO

Tusk se pregunta cómo será "el infierno" de los promotores del 'brexit'

El presidente del Consejo Europeo  Donald Tusk.

El presidente del Consejo Europeo Donald Tusk. / periodico

Silvia Martínez

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A cincuenta días para la salida de Reino Unido de la Unión Europea el hartazgo del presidente del Consejo Europeo ante el bloqueo de las negociaciones del 'brexit', es evidente. “Me he estado preguntando como será el lugar especial reservado en el infierno para aquellos que promovieron el 'brexit' sin tener un plan para llevarlo a cabo”, ha arremetido Donald Tusk, tras entrevistarse este miércoles con el primer ministro irlandés, Leo Varadkar, quien le augurado “terribles problemas” entre la prensa británica cuenta de estas palabras.

La respuesta del euroescéptico británico Nigel Farage, por ejemplo, no se ha hecho esperar. “Tras el brexit estaremos libres de matones arrogantes y no elegidos como usted y dirigiremos nuestro país. Me suena más como el cielo”, ha espetado. Con mucha más ironía se lo ha tomado el presidente de la Comisión Europea, Jean-Claude Juncker, que también ha recibido a Varadkar para hacer balance de la situación. “Soy mucho menos católico que mi buen amigo Donald. Creo en el cielo y nunca he visto el infierno aparte del tiempo que he estado aquí. Es un infierno”, ha bromeado.

A menos de 24 horas de la nueva visita a la capital comunitaria de Theresa May, este mensaje marca el tono de cómo están los ánimos en Bruselas ante el desembarco de la líder de los tories, que en diciembre dijo sí al acuerdo de divorcio negociado con los 27 y del que un mes después ha renegado tras la decisión de su parlamento de tumbarlo.

Dardo a los laboristas

Pero Tusk no solo ha tenido duras palabras para los tories, también para la oposición cuya postura a favor del brexit impide a día de hoy revertir la situación. “Los hechos son claros. La postura pro-brexit de la primera ministra británica y del líder de la oposición (Jeremy Corbyn) descartan esta cuestión. Hoy en día no hay fuerza política ni liderazgo efectivo a favor de permanecer. Lo digo sin satisfacción pero no se pueden negar los hechos”, ha lamentado.

El polaco ha vuelto a reiterar el mismo mensaje que en Bruselas llevan repitiendo machaconamente desde que la Cámara de los Comunes tumbara el pacto hace unas semanas: que no hay renegociación posible, que el acuerdo suscrito con May en diciembre pasado se mantiene y que la salvaguarda para Irlanda es sagrada. Es más, Tusk ha dejado claro que si May espera contraofertas en este nuevo viaje a la sede de la Comisión y del Consejo, el séptimo desde que empezaron las negociaciones del brexit, no las va recibir. “La Unión Europea no va a hacer ninguna nueva oferta. En diciembre decidimos que el acuerdo de salida no está abierto a la renegociación”, ha zanjado.

"Sugerencias realistas"

La principal prioridad política para la Unión Europea sigue siendo evitar el regreso de una frontera física a la isla de Irlanda. Un compromiso político en Bruselas pero también en Londres y por eso espera “sugerencias realistas” de May para superar el impasse que vive el proceso tras las votaciones en el parlamento británico. “Espero que el gobierno británico presente ideas”, ha reclamado.

El mecanismo de salvaguarda para Irlanda es, en todo caso, vital para Bruselas y Dublín. “Los acontecimientos en Londres y la inestabilidad en la política británica demuestra porque necesitamos garantías legales”, ha añadido el irlandés que también se ha reunido con Juncker y lo hará el viernes noche en la capital irlandesa con May. Antes, la líder británica regresa este jueves a Bruselas con el encargo de pedir cambios en la salvaguarda de Irlanda. A tenor de las declaraciones previas de este miércoles de Juncker y Tusk se encontrará con un nuevo portazo. “Sabe que la Comisión Europea no está preparada para abrir esta cuestión. Es la posición de la Comisión y de los 27”, ha zanjado Juncker.