BLOQUEO DE ITALIA

Ya no hay barcos de oenegés para rescatar a migrantes en el Mediterráneo

Las autoridades italianas impiden al 'Sea Watch 3' zarpar para mantener las tareas de rescate

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Efe / Laura Serrano-Conde

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El bloqueo por parte de Italia de la embarcación de la oenegé alemana Sea Watch en el puerto de Catania (Sicilia, sur) deja al Mediterráneo, por el momento, sin barcos de organizaciones humanitarias que socorrían a migrantes. La embarcación 'Sea Watch 3' está paralizada en el puerto siciliano, después de que las autoridades italianas hayan detectado una serie de "irregularidades", y no podrá volver a salir al Mediterráneo hasta que no se esclarezca la situación.

Según los datos del Ministerio del Interior italiano, en lo que va de año han llegado a las costas del país 202 migrantes, un 95,58% menos que las 4.566 personas que lo hicieron en el 2018 y que las 4.531 del 2017. 

La Fiscalía de Catania ha abierto una investigación, que por el momento no va dirigida contra nadie en concreto, después de que esa oenegé desembarcara el 31 de enero a 47 migrantes que había asistido en el mar 12 días antes. Esas personas esperaron durante casi dos semanas a que se les concediera el acceso a algún puerto, hasta que Italia indicó a la embarcación que podía dirigirse a Catania, tras haber acordado la reubicación de los salvados con otros siete países europeos.

La investigación se ha abierto con la hipótesis de supuesta asociación criminal dirigida a facilitar la inmigración ilegal y, según los medios italianos, el fiscal Carmelo Zuccaro quiere determinar si la actuación de la tripulación fue legal en todo momento e identificar a posibles traficantes de personas.

Zuccaro es conocido en el país porque ya ha emprendido varias causas contra las oenegés que operaban en el Mediterráneo central y ha acusado en el pasado a estas organizaciones de complicidad con las redes de tráfico de personas. Para la oenegé alemana, la decisión de bloquear su barco no es más que "un pretexto técnico para detener las actividades de socorro en el mar".

El 'Sea Watch 3' era el último que quedaba hasta ahora en el Mediterráneo para rescatar a los migrantes que intentan llegar a las costas europeas en barcazas inestables. En enero, la oenegé española Proactiva Open Arms denunció que las autoridades españolas impedían al 'Open Arms' salir del puerto de Barcelona, pues la Capitanía Marítima, que depende del Ministerio de Fomento, no le concedía autorización para zarpar hacia el Mediterráneo central. El fundador y director de esta oenegé, Òscar Camps, aseguró entonces que su organización cumplía "con todos los requisitos legales".

Hoy, Camps lamentó, en declaraciones a Efe, la "persecución" que viven desde hace dos años las oenegé que salvan vidas en el mar, una campaña que comenzó con la acusación de que hacían 'efecto llamada', después se atacó a sus fuentes de financiación y más tarde se procedió al adiestramiento de los guardacostas libios. Ahora, los estados están aislando a los barcos en sus puertos con bloqueos administrativos "incomprensibles" que, en su opinión, buscan dejar el Mediterráneo sin testigos. "Todo hace pensar que es una decisión política que intenta echar del Mediterráneo" a las oenegé "que llevan a bordo políticos, periodistas, que ponen luz y taquígrafos en el Mediterráneo central y que dan fe de lo que están ocurriendo", como devoluciones en caliente por parte de los guardacostas libios y la inacción de países europeos, apuntó.

El barco de la oenegé Sea Eye está realizando las acciones pertinentes para el cambio de tripulación y su puesta a punto, y tiene previsto volver a navegar en dos semanas. Tampoco opera ya el 'Aquarius', después de que en diciembre las oenegé SOS Méditerranée y Médicos sin Fronteras anunciaran el fin de la misión de una embarcación que desde que zarpó por primera vez en febrero de 2016 del puerto de Marsella había asistido a casi 30.000 personas en aguas internacionales.

Desde junio está retenido el 'Lifeline', de la homónima oenegé alemana, en Malta, donde afronta una investigación por su situación administrativa, después de que desembarcaran en La Valeta unos 230 inmigrantes socorridos seis días antes.

La pequeña oenegé alemana Jugend Rettet también vio incautado su barco 'Iuventa' por parte de las autoridades italianas en agosto de 2017, el mismo mes en el que la organización Médicos Sin Fronteras (MSF) canceló las operaciones de "Prudence" y Save the Children hizo lo mismo con el 'Vos Hestia'.

Un mes después, la oenegé maltesa Migrant Offshore Aid Station (MOAS) puso fin a sus actividades de socorro en el Mediterráneo por falta de "garantía de acogida de los rescatados en puertos seguros" y puso rumbo al sureste asiático para ayudar al pueblo rohinyá.