NUEVA MARCHA POPULAR EN FRANCIA

Los 'fulares rojos' desfilan por París contra la violencia de los 'chalecos amarillos'

Una marcha republicana en defensa de las instituciones reúne a más de 10.000 personas, según la policía

Marcha de los 'fulares rojos' por París.

Marcha de los 'fulares rojos' por París. / periodico

Eva Cantón

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Once sábados consecutivos de manifestaciones, rotondas bloqueadas, el Arco del Triunfo saqueado, los Campos Elíseos como campo de batalla, disturbios y pérdidas económicas... Demasiado durante demasiado tiempo, en opinión de quienes desfilaron este domingo en París en defensa de las instituciones republicanas y para pedir el fin de la violencia que salpica las protestas de los 'chalecos amarillos' desde el pasado 17 de noviembre.

 “Al principio estaba de acuerdo con ellos, pero ahora ya no los soporto. Los 'chalecos amarillos' son una minoría de franceses, pero la culpa de todo la tiene Macron, que ha sido arrogante desde el principio”, comentaba Jean Claude, un jubilado de 71 años que llevaba bien visible un fular rojo, signo distintivo de una movilización nacida –como la de los 'chalecos amarillos'- en las redes sociales a finales de diciembre.

Mayoría silenciosa

Laurent Soulié, un ingeniero de 51 años de Toulouse y simpatizante de La República en Marcha, lanzó la idea en su Facebook cuando vio que las medidas anunciadas por Emmanuel Macron no convencían a los 'chalecos amarillos' e hizo un llamamiento a “la mayoría silenciosa” que se ha quedado “encerrada en casa”.

A Soulié se unió el colectivo de los ‘fulares rojos’ –símbolo de las fiestas de Bayona- creado para protestar contra los bloqueos de los 'chalecos amarillos', a condición de que la marcha no fuera una manifestación de apoyo a Macron sino a la República.

"No a la revolución"

‘Sí a la democracia, no a la revolución’; ‘Stop a las violencias’ o ‘Respeto a las instituciones’ eran las frases coreadas en la marcha que congregó 10.500 manifestantes, según la policía. Los ‘fulares rojos’, entre ellos algunos diputados de la formación del presidente francés, caminaron con frío y lluvia y en medio de banderas francesas -también algunas europeas- desde la plaza de la Nación hasta la Bastilla, donde un puñado de 'chalecos amarillos' les esperaba con talante provocador, abucheándoles y gritando ‘Macron, dimisión’.

Los chalecos amarillos no hablan en nombre del pueblo”, decía Claude, una jubilada parisina de 73 años que trabajaba como voluntaria en un centro de salud mental y confesaba su simpatía por el ideario del malogrado François Fillon. “Pedir la dimisión de Macron es ridículo”, añadía.