De desconocido a líder de la oposición venezolana

Juan Guaidó ha irrumpido en la escena política internacional como lo ha hecho en su Venezuela natal, de golpe. En pocos días ha pasado de ser un desconocido a aparecer en las primeras páginas de los principales periódicos del mundo. "¿Mucha gente en Venezuela se pregunta quién es este Guaidó?", bromeó el presidente Maduro el pasado viernes en un programa de televisión.

El joven ingeniero, de 35 años, hacía pocos días que se había hecho cargo de la presidencia de la Asamblea Nacional, un cargo que se renueva por rotación cada año entre los partidos. Ahora le tocaba a Voluntad Popular, que Guiadó lidera desde que su fundador, Leopoldo López, uno de los principales y más radicales opositores al chavismo, fue sentenciado a 13 años de cárcel en el 2014. 

Activismo y protestas

Desde que asumió la presindecia del Parlamento, Guaidó, un activista político que paticipó en las manifestaciones contra Maduro y antes contra Hugo Chávez, ya apuntó maneras cuando anunció su propósito de asumir la presidencia del país caribeño. De la noche en la mañana se convirtió en un político incómodo y beligerante. El pasado domingo, el servicio de inteligencia lo retuvo durante unos minutos cuando se dirigía a un acto político. "Somos supervivientes, no víctimas", dijo a sus simpatizantes poco después de ser puesto en libertad.

La oposición, de cuyas divisiones y enconos el madurismo ha sabido sacar siempre partido, parece haber encontrado sin proponérselo a un líder. No es una persona que derroche carisma ni agudeza política, pero a la vieja generación que nunca pudo doblegar al Gobierno no le ha quedado otra alternativa que aceptar su liderazgo. El antichavismo ha encontrado en él una razón para volver a las calles.