CRISIS POLÍTICA EN EL REINO UNIDO

May inicia las conversaciones con la oposición para proponer otro acuerdo para el 'brexit'

May se dirige a los parlamentarios británicos tras ganar la moción de censura, el 16 de enero del 2019, en la Cámara de los Comunes.

May se dirige a los parlamentarios británicos tras ganar la moción de censura, el 16 de enero del 2019, en la Cámara de los Comunes. / periodico

Begoña Arce

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Theresa May inició en la noche del miércoles los contactos con los líderes de los diferentes partidos de la oposición. A última hora, y por sorpresa, citó individualmente a unionistas, laboristas, liberales, independentistas escoceses y nacionalistas galeses, para intentar remodelar el plan para el ‘brexit’, después del masivo rechazo que recibió el martes su acuerdo en la Cámara de los Comunes. “El Gobierno emprende estas reuniones con un espíritu constructivo y pido a los demás que hagan lo mismo. Debemos buscar soluciones que sean negociables y logren el suficiente apoyo en esta Cámara.  Volveremos a esta Cámara el lunes con una modificación y con declaración sobre el rumbo futuro a tomar”, señaló May.

La primera ministra promete escuchar y “tratar de identificar qué puede conducir al apoyo de la Cámara”, para conseguir una solución pactada, pero en los próximos días quedará claro qué tipo de concesiones está dispuesta a hacer.  La posibilidad de una salida sin acuerdo sigue siendo una opción, a pesar de que el líder de los laboristas, Jeremy Corbyn, rechazó participar en las conversaciones hasta que sea retirada.  

Victoria confortable

La invitación de May se produjo instantes después de que el Gobierno superara la moción de no confianza presentada por Jeremy Corbyn. El intento de derrocar al Ejecutivo fue rechazado por 325 votos en contra, frente a 306 a favor. Fue una victoria confortable por 19 votos de la primera ministra que gobierna en minoría. May contó con el respaldo de los diputados conservadores, más los 10 unionistas norirlandeses con escaño en Westminster que la respaldaron en esta ocasión.

La votación estuvo precedida de un debate de seis horas, que Corbyn abrió acusando a May de haber elaborado un acuerdo “Frankenstein”, que está muerto y dirigir un “gobierno zombi”, que debe ser reemplazado por uno nuevo. “Este gobierno no puede gobernar y no puede recabar el apoyo del Parlamento en el asunto más importante al que se enfrenta este país”, declaró en tono acalorado. “Cualquier primer ministro anterior, en estas circunstancias, hubiera dimitido y convocado una elección. Es el deber de esta Cámara mostrar el camino, cuando este gobierno ha fracasado”.

Corbyn recordó que May había perdido la pasada semana una votación de la Ley de Finanzas, para encajar el martes otra derrota de una magnitud sin precedentes. “La pérdida, tanto de confianza, como de provisiones, indica que lo que procede es dimitir”. Corbyn pretendía con la moción desbloquear la crisis del ‘brexit’ convocando una elección general.  

Como si no hubiera perdido

A pesar de la masiva derrota, May cree conservar la autoridad para dirigir la salida. “Quiero hacer una simple pregunta: ¿debe ser el próximo paso una elección general? Creo que es lo peor que podemos hacer. Va ahondar las divisiones cuando lo que necesitamos es unidad; va a traer caos cuando necesitamos certeza y va a traer retrasos cuando necesitamos seguir adelante”. La exministra laborista, Yvette Cooper, le reprochó “estarse comportando como si hubiera perdido por 30 votos y no por 230”.

El voto de no confianza fue hasta cierto punto una distracción porque el resultado se conocía de antemano y el tiempo apremia. La cuestión fundamental sigue siendo cómo May va a poder sacar adelante un nuevo acuerdo suficientemente modificado, para que sea aceptado en el Parlamento británico y por Bruselas. La primera ministra insiste, por ahora, en las líneas rojas ya fijadas en el acuerdo rechazado, como la salida del mercado único y de la unión aduanera entre otras cuestiones. También aumenta la presión sobre Corbyn. El miércoles, 71 diputados laboristas, el 27% del grupo parlamentario, firmó una carta pidiendo un segundo referéndum.