El juicio del siglo

'El Chapo' Guzmán es un hombre celoso y controlador con las mujeres

Fuera del mito y la leyenda que se ha creado en torno a este narcotraficante, testimonio vertidos en la Corte de Nueva York lo hicieron ver como inseguro y vulnerable

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El Periódico

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Joaquín "El Chapo" Guzmán Loera, uno de los personajes más famosos de la historia del narcotráfico en México y el mundo, también enfrentaba sus demonios internos y quería a su esposa cerca y controlada y a sus amantes aún más, por lo cual encargó un programa especial para espiar sus teléfonos, informaron hoy fuentes locales.

A pesar de todo el poder que acumuló, también se volvió paranoico y en la Corte de Nueva York lo hicieron pasar como un hombre celoso y desconfiado, ya que Guzmán mandó a espiar a su esposa Emma Coronel y dos de sus amantes, de acuerdo a los investigadores que lograron interceptar los llamados telefónicas de las mujeres entre fines de 2011 y principios de 2012.

Las conversaciones fueron intervenidas por el Buró de Investigación Federal (FBI, por sus siglas en inglés). Algunas de esas conversaciones, las concernientes a una de sus amantes, Agustina Cabanillas, que fue empleada por el líder narco mexicano como mensajera para sus negocios, fueron dadas a conocer en el juicio que se está llevando a cabo en un tribunal de Nueva York.

Los negocios familiares

El FBI descubrió además que la esposa de El Chapo, Emma Coronel, ejerció como mediadora para los negocios de su marido. Entre las llamadas telefónicas se descubrió que, cuando ella hablaba con Guzmán, muchas veces le pasaba luego el teléfono a su padre, también en el negocio de la droga, para que ambos discutieran asuntos relacionados con el narcotráfico.

Guzmán y su suegro discutieron algunas veces sobre diferentes redadas policiales en casa de ambos. En varios de los llamados, El Chapo le preguntó a su esposa si ella tenía armas y le pedía que las escondiera en un compartmento secreto.

Conversaciones comprometedoras

"Soy mucho más inteligente que él", solía decir una de sus amantes, Agustina, a sus amigas, de acuerdo a algunas de las conversaciones que logró interceptar el FBI. En las grabaciones se descubrió que ella sabía que el líder narco de 64 años la espiaba, por lo cual lo llamaba "bastardo".

En medio del juicio y con su esposa presente, el FBI dio a conocer una grabación de Guzmán a su amante, en la que le decía: "Eres la persona más importante para mi. Te amo". En otra de las conversaciones, El Chapo dijo que una de sus hijas, María Joaquina "Kiki", era tan valiente que le iba a dar un rifle AK-47 para que estuviera con él. La niña tenía apenas seis meses de vida.

Las grabaciones fueron obtenidas gracias a que "El Chapo" había encargado a un informático colombiano, Cristian Rodríguez, que elaborara un sistema de espionaje para los teléfonos de su mujer y sus amantes, con los datos que inicialmente se registraron en servidores de Canadá.