Medio centenar de inmigrantes lleva 18 días en alta mar en dos barcos a la espera de puerto

La oenegé Sea Watch ha alertado del estado de salud física y psicológica de parte de los 32 inmigrantes que permanecen en su barco en el Mediterráneo, cerca de Malta, a la espera de que algún país les ofrezca un puerto seguro donde atracar.  Llevan 18 días en alta mar, desde el pasado 22 de diciembre, y muchos empiezan a rechazar la comida. Ni Malta ni Italia autorizan que desembarquen en sus puertos. Otra embarcación de la organización alemana Sea Eye, con otros 17 inmigrantes a bordo, se encuentra en idéntica situación. 

La situación de los barcos 'Sea-Watch 3' y 'Professor Albrecht Penck', en aguas territoriales de Malta con un total de 49 refugiados a bordo, es "crítica", hasta el punto de que ya están en juego vidas humanas.

"La situación es cada vez más grave y la gente está llegando a sus límites. Ya no se puede descartar que se den situaciones en que haya vidas en peligro", dijo el médico Frank Dörner, que se encuentra a bordo de uno de los barcos, a través de un mensaje de video.

"Evitar una catástrofe"

Dörner instó también a todos los responsables a "evitar una catástrofe" y pidió que se permita a los barcos anclar en un puerto seguro en las próximas horas. En una conferencia de prensa ofrecida en Berlín por las oenegés Sea-Watch y Sea-Eye, ambas subrayaron la gravedad de la situación y apelaron a los ministros de Interior europeos a que permitan a las ciudades que se han declarado dispuestas a acoger los refugiados que así lo hagan. "La situación a bordo ya no es estable, la tenemos bajo control pero no sabemos por cuánto tiempo", dijo Alina Kraback, de la oenegé Sea-Watch.

Erik Marquardt, de Sea-Eye, por su parte, se refirió a la situación general y dijo que aunque desde 2015 el número de refugiados que llegan a Europa ha bajado en un 90 % muchos políticos describen la situación como si se estuviera viviendo una crisis migratoria extrema. "Donde sí existe la crisis es en el mar y la ruta del Mediterráneo es cada vez más mortal", dijo.

Marquardt apeló también a permitir la llegada de los dos barcos a puertos seguros.

"No podemos aceptar que algunos digan que si siguen llegando refugiados a Europa se va a fortalecer la ultraderecha. Si luchamos contra la ultraderecha violando principios humanitarios entonces la ultraderecha ya habrá ganado", dijo.

El principal blanco de las críticas fue el ministro de Interior alemán, Horst Seehofer, que ha bloqueado la posibilidad de que varios estados federados que se han ofrecido acojan a los refugiados de los dos barcos.

"La legislación alemana contempla que los estados federados pueden acoger refugiados en casos de urgencia humanitaria pero para ello necesitan al visto bueno del ministro del Interior. Varios estados federados se han ofrecido pero Seehofer no ha dado su visto bueno", dijo Marquardt.

"Un ministro de Interior que se niega a una solución humanitaria debe dimitir", agregó. 

"A bordo de (la nave) Sea Watch estamos registrando episodios de personas que rechazan la comida. Tememos que su estado psicológico y de salud pueda empeorar sensiblemente", ha alertado el personal de la organización humanitaria en Twitter."No podemos creer que todo esto se esté produciendo a pocas millas de las costas europeas", ha añadido..

Las condiciones de estas personas se están agravando después de tantos días en alta mar, ha señalado la portavoz de la oenegé en Italia Giorgia Linardi.

Por el momento, ningún Estado europeo ha permitido a estas naves el desembarco de los inmigrantes, ni siquiera los más cercanos, Malta e Italia.

En Italia, el Gobierno ha expresado posiciones contradictorias: mientras que el Movimiento Cinco Estrellas ha abierto la posibilidad de acoger a las mujeres y niños, su socio Matteo Salvini, líder de la ultraderechista Liga, mantiene su firme posición en materia de inmigración y se niega a abrir los puertos