EL FUTURO DE EUROPA

May trata de ganar tiempo retrasando la votación del 'brexit'

La cita crucial queda aplazada hasta al menos la segunda semana de enero y la aprobación debe llegar antes del 21 de enero

La primera ministra británica, Theresa May.

La primera ministra británica, Theresa May. / periodico

Begoña Arce

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Theresa May dejará para el último momento la votación en el Parlamento británico del acuerdo sobre el brexit, que canceló el pasado martes, para evitar una gran derrota. La líder de la Cámara de los Comunes, Andrea Leadsom, a cargo de la agenda parlamentaria, confirmó que la votación no se producirá la próxima semana, tal como reclamaba el líder de la oposición, Jeremy Corbyn. Esa cita crucial queda aplazada hasta al menos la segunda semana de enero, cuando el Parlamento, que inicia las vacaciones el 20 de este mes, retorne después de la pausa de Navidad.

En todo caso la votación deberá realizarse antes del 21 de enero, fecha límite para una aprobación, algo que parece imposible. Pocos en Londres creen que la primera ministra vaya a lograr suficientes concesiones y retoques del acuerdo en Bruselas para hacer cambiar de opinión a los euroescépticos de su partido.

El haber superado este miércoles la moción presentada por los rebeldes conservadores evitó la inmediata renuncia de May, pero la escala de la rebelión, en la que un tercio del grupo parlamentario conservador votó contra ella, la ha dejado noqueada. El resultado tampoco solucionó el problema fundamental que sigue siendo el brexit. El número de los que votaron en su contra, 117, coincide aproximadamente con los que iban a hacerlo contra el acuerdo el martes.

Peleas feroces

A pesar de los llamamientos a la unidad de la primera ministra, la lucha no cesa entre sus diputados. "La pelea entre los Tories es aún más feroz que antes de la moción", señalaba un comentarista político.  El jueves por la mañana y pesar de ganar el voto de confianza, los euroescépticos insistieron en que May debe dimitir. "Es muy difícil ver cómo la primera ministra puede liderarnos", declaró en la cadena de televisión ITV, el exministro para el brexit, Domic Raab, con ambiciones de suceder a May.

El desgarro interno es tal, que, de las diferencias políticas sobre Europa, se está pasando a enfrentamientos más viscerales y personales. El exlíder de los conservadores, Ian Duncan Smith, que votó contra May, fue uno de los que criticó al ministro de Finanzas, Philip Hammond, partidario de una salida suave, por haber llamado "extremistas" a los brexiteers. ·"Solo tengo un mensaje para el Chancellor: Cuando empiezas a volverte contra tu propio partido haciendo acusaciones contra él, es el principio del fin de tu partido", declaró Ducan Smith a la BBC. "Uno tiene que moderar el lenguaje y reconocer que el partido es una coalición", añadió.

Desde Bruselas, Theresa May confirmó públicamente, que no se presentará a la próxima elección general prevista para el 2022, concesión  que la noche anterior había anunciado a sus diputados. "Me encantaría, pero el partido, va a preferir ir a las elecciones con un nuevo líder", expuso.