GUERRA COMERCIAL

Arrestada la directora financiera de Huawei por petición de EEUU

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Adrián Foncillas

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Canadá ha detenido por orden estadounidense a Meng Wanzhou, directora financiera del titán chino de telecomunicaciones Huawei. El arresto de Meng es un seísmo diplomático de efectos potenciales devastadores para la frágil tregua que firmaron recientemente Estados Unidos y China en su guerra comercial. Las bolsas ya han anticipado con bruscas caídas las consecuencias del arresto.

Meng fue detenida la semana pasada en el aeropuerto de Vancouver, según la prensa canadiense, por las presuntas violaciones a los embargos estadounidenses a Irán. Este jueves se celebrará una vista para decidir si espera en prisión la resolución de la extradición que exige Estados Unidos o sale bajo fianza. El secreto judicial explica las escasez de detalles sobre el arresto. La compañía china apenas ha aclarado que Meng ha sido “detenida temporalmente” y se enfrenta a “cargos no especificados”.

Hija del fundador

Meng no es una cualquiera. La hija del mítico fundador de Huawei, Ren Zhengfei, y su más que probable sucesora, forma parte de la aristocracia empresarial del país. La compañía resume el giro económico y el salto al exterior que pretende Pekín: es un líder en equipamiento y servicios  de telecomunicaciones en el mundo y acaba de desbancar a Apple en ventas de telefonía móvil.desbancar a Apple en ventas de telefonía móvil El ingreso en prisión de Meng, incluso temporal, sería difícilmente digerible para Pekín.

La reacción china se corresponde a la magnitud de su figura. Su embajada de Ottawa ha exigido la inmediata liberación de Meng y ha expuesto su firme oposición a la “grave violación” de sus derechos humanos. “Seguiremos muy de cerca la resolución del caso y tomaremos todas las medidas necesarias para proteger los derechos legítimos e intereses de una ciudadana china”, asegura el comunicado.

Envíos a Irán o Corea del Norte

La prensa estadounidense desveló en abril que la fiscalía estaba investigando desde 2016 los envíos por barco de manufacturas a países como Irán o Corea del Norte en violación del embargo decretado por Washington. Huawei habría suministrado productos manufacturados, según esas informaciones.

El caso recuerda a los problemas sufridos el pasado año por ZTE, otra multinacional china de telecomunicaciones. La empresa fue sancionada por el Departamento de Justicia después de que el Gobierno determinara que había ignorado el embargo. La prohibición a las compañías estadounidenses de venderle microchips empujó a ZTE al abismo y solo una llamada del presidente chino, Xi Jinping, a su homólogo estadounidense, Donald Trump, evitó su bancarrota. El entuerto se solventó con una multa de 1.400 millones de dólares, la renovación de la cúpula y la llegada de supervisores estadounidenses.

Controles sofocantes

Huawei es una víctima recurrente de la guerra comercial que libran las dos potencias globales. Estados Unidos la ha sometido a controles sofocantes por el miedo a que sus teléfonos y redes sean el caballo de Troya del espionaje chino. También el Reino Unido, Nueva Zelanda y Australia la han apartado de sus infraestructuras más sensibles, sin que su terca defensa de su independencia haya calado.

El arresto de Meng medirá la solidez de la tregua que Xi y Trump habían acordado en la reciente cumbre del G-20 en Argentina. Ambos se dieron tres meses para resolver las diferencias antes de la entrada en vigor de nuevos aranceles que tendrían efectos catastróficos para ambas economías. Los expertos ya habían alertado de que las excesivas diferencias descartan un entendimiento cercano. La detención de la directora financiera del mascarón de proa empresarial del país es un 'casus belli' que generará protestas airadas, editoriales incendiarios y un clima poco propicio para aceitar las soluciones.