CHOQUE EN EL ESTE EUROPEO

Ucrania pide ayuda a la OTAN y a Merkel para frenar la tensión con Rusia

Alemania pospone debatir la continuación de nuevas sanciones contra Moscú mientras Kiev solicita a la alianza militar occidental desplegar buques de guerra en el Mar de Azov

Angela Merkel y Vladimir Putin en octubre del 2018.

Angela Merkel y Vladimir Putin en octubre del 2018. / MURAD SEZER

Carles Planas Bou

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La tensión no cesa en el Mar de Azov. Preocupada por la nueva herida abierta en su crítica relación con RusiaUcrania ha vuelto a poner la vista en Alemania y en su “amiga”, la cancillera Angela Merkel, para que haga de intermediaria entre Moscú y Kiev.  “En 2015 salvó a nuestro país con los acuerdos de Minsk”, ha remarcado el presidente ucraniano, Petro Poroshenko. “Esperamos que ella y nuestros aliados nos apoyen de nuevo”, ha añadido.

Con estas declaraciones al tabloide sensacionalista ‘Bild’, el líder ucraniano ha pedido ayuda a Berlín para que tome cartas en el asunto y frene la enésima crisis en el Este de Europa, abierta después que este domingo los servicios de seguridad rusos en el Mar Negro apresaran a tres buques ucranianos en unas operaciones en las que se llegó a abrir fuego. El Kremlin habló de una “provocación” para justificar nuevas sanciones; Kiev, de amenaza por una posible “intervención terrestre” para “invadir el territorio de Ucrania”.

Este jueves la cancillera ha reiterado que el Mar de Azov y la ciudad ucraniana de Mariupol deben ser de libre acceso, criticando así el bloqueo ruso y acusando a Moscú de desestabilizar otras regiones como Georgia, Moldavia o Armenia. En la cumbre del G20 celebrada este fin de semana en Buenos Aires, Merkel mantendrá el diálogo con el presidente ruso Vladímir Putin para encontrar una “solución no militar” a la crisis.

Aunque el lunes Merkel ya habló por teléfono con ambos mandatarios no consiguió calmar las aguas. Este lunes Moscú cerró durante unas horas el estrecho de Kerch, el punto que conecta el Mar Negro con el disputado Mar de Azov, y Kiev respondió declarando el estado de excepción en las zonas fronterizas con Rusia. El martes, la justicia rusa dictaminó prisión preventiva para los 12 marineros apresados. Poroshenko ya ha pedido a ayuda a la OTAN para que despliegue buques de guerra alrededor de la península de Crimea.

Papel discreto

En febrero del 2015, Alemania y Francia asumieron el rol de mediadores y consiguieron sellar el Protocolo de Minsk, un acuerdo para el cese de las hostilidades en la guerra civil del este de Ucrania. Con esto en mente, Poroshenko ha vuelto a solicitar la intervención de sus aliados. “Primero fue Crimea, luego el Este de Ucrania, ahora quiere el Mar de Azov”, ha asegurado.

Aunque Kiev insiste en que también “hay tres barcos alemanes” retenidos en este enclave marítimo, el ejecutivo alemán ha pospuesto de momento debatir la continuación de las sanciones económicas impuestas a Rusia. El presidente estadounidense Donald Trump también ha visto con buenos ojos que Merkel actúe de intermediaria en la crisis.

Las peticiones de Kiev llegan el mismo día en que Berlín acoge el tercer foro económico entre ambos países. Ucrania mira con recelo los negocios alemanes con Rusia por el Nord Stream 2, el gasoducto de gas natural que conecta ambos países y que se inaugurará el próximo año. A pesar de las críticas, el ministro de Economía alemán, Peter Altmaier, ha vuelto a defender un polémico proyecto que perjudicará los derechos de tránsito sobre el gas procedente de Rusia que hasta ahora ha controlado Ucrania.