CUMBRE INTERNACIONAL DEL G-20

Un fiscal argentino pide información para ver si investiga al príncipe saudí Mohamed bin Salmán

Human Rights Watch pide que se detenga al mandatorio árabe por su presunta implicación en el 'caso Khashoggi'

El príncipe saudí, Mohamed bin Salmán, fotografiado en su encuentro con el presidente tunecino el pasado 27 de noviembre.

El príncipe saudí, Mohamed bin Salmán, fotografiado en su encuentro con el presidente tunecino el pasado 27 de noviembre. / periodico

El Periódico

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Un fiscal de Argentina ha pedido este miércoles enviar exhortos a Arabia Saudí y Yemén para conocer si se investiga allí al príncipe saudí Mohamed bin Salmán por delitos de lesa humanidad y resolver si por jurisdicción universal abre una causa contra él en el país austral, adonde el saudí llegó hoy para la cumbre del G20.

Según informaron a Efe fuentes judiciales, el fiscal Ramiro González envió un dictamen al juez federal Ariel Lijo para que autorice esa petición de información al exterior que confirme el estatus legal del príncipe.

El magistrado, según las fuentes, "seguramente" acepte el pedido de González, quien inició estos trámites después de que la organización internacional Human Rights Watch (HRW) presentase esta semana ante la Justicia argentina una denuncia contra Bin Salmán por presuntos delitos de lesa humanidad.

Líderes mundiales

El hombre fuerte de Arabia Saudí llegó hoy a Buenos Aires para participar de la cumbre de del G20, que entre viernes y sábado próximos congregará a los jefes de Estado o de Gobierno de las 20 mayores economías desarrolladas y en desarrollo.

En medio de un fuerte dispositivo de seguridad, Bin Salmán y su comitiva fueron trasladados desde el aeropuerto internacional de la ciudad bonaerense de Ezeiza a la embajada saudí en la capital, en el barrio de Recoleta.

La visita se enmarca dentro de su primera gira al extranjero desde que se desató la crisis por el asesinato del periodista Jamal Khashoggi en el consulado saudí en Estambul, el pasado 2 de octubre, un caso con el que le relacionan países como Turquía y la inteligencia estadounidense.

Controversia

El príncipe heredero saudí, Mohamed bin Salmán, ha llegado con su comitiva a las 7.30 (11.30 , en horario peninsular español) al aeropuerto Ministro Pistarini, en la localidad bonarense de Ezeiza para participar en la cumbre del G-20. Esta reunión congregará este viernes y sábado  a los jefes de Estado y de Gobierno de las mayores economías desarrolladas y en desarrollo.

Una visita que ha suscitado controversia al ser la primera gira al extranjero desde que se desatara la crisis por el asesinato y desmembramiento del periodista crítico Jamal Khashoggi en el consulado saudí en Estambul, con el que se le relaciona desde Turquía y desde la inteligencia estadounidense.

Reunión internacional

Fue el pasado 19 de noviembre cuando el ministro de Energía saudí, Jaled al Faleh, anunció que el príncipe heredero asistiría a la cumbre de jefes de Gobierno y de Estado de Buenos Aires, donde se va a reunir con los presidentes de Estados Unidos, Donald Trump; de Francia, Emmanuel Macron y de Rusia, Vladímir Putin

También se encontrará con la primera ministra británica, Theresa May, y la cancillera alemana, Angela Merkel, y los máximos representantes de organismos globales como el Fondo Monetario Internacional (FMI), la Organización Mundial del Comercio (OMC) y la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE).

El primer ministro de Turquía, Recep Tayyip Erdogan, podría reunirse con Bin Salmán y este ya expresó su voluntad de mantener un encuentro con el mandatario turco. De momento, no está confirmado que se vayan a ver en Argentina.

Llegada polémica

La organización internacional Human Rights Watch (HRW) pidió esta semana que se detuviera a Bin Salmán durante la cumbre del G-20. La oenegé interpuso una denuncia ante la Justicia del país austral una denuncia contra el príncipe heredero saudí por presuntas violaciones del derecho internacional cometidas durante el conflicto armado en Yemen. 

También por su posible complicidad en graves denuncias de tortura y otros malos tratos de ciudadanos saudís, incluyendo el asesinato de Jamal Khashoggi.

HRW realizó su petición al asegurar que Argentina reconoce la jurisdicción universal por crímenes de guerra y torturas, lo que implica que está facultada a investigar y juzgar estos delitos, con independencia de dónde se cometan.